Loreto, Italia (FD).-El Papa ha proclamado beatos a tres miembros del movimiento Acción Católica, entre ellos el sacerdote y médico español Pere Tarrés i Claret, en una ceremonia celebrada junto al santuario mariano de Loreto, situado a 300 kilómetros al noreste de Roma. Con voz fatigada pero clara, Juan Pablo II subrayó que el ejemplo de los nuevos beatos, todos ellos fallecidos a mediados del Siglo XX, proyecta la santidad a la vida cotidiana y la pone al alcance del hombre común. Más de 200.000 personas, muchas de ellas jóvenes que se concentraron el sábado en la zona, asistieron a este acto litúrgico, lleno de colorido por las gorras naranjas que portaban los fieles para protegerse del sol, las banderas y las pancartas.»El don más grande que podéis hacer a la Iglesia -dijo- es el de testimoniar la santidad con la fidelidad y la ternura en la familia, la competencia en el trabajo, la búsqueda del bien común, la solidaridad en las relaciones sociales». El Pontífice exhortó a los presentes en la explanada de Montorso, muy cerca del mar Adriático, con tres consignas: contemplación, comunión y misión y les invitó a renovar su adhesión a Cristo, «que es -señaló- una elección exigente, pues no en vano Jesús habla de la cruz, aunque se ofrece a abrir el camino con la luz de su ejemplo». La lectura de la homilía fue interrumpida en diversas ocasiones por los jóvenes que corearon el nombre del Papa, situado en el altar junto a la imagen de la Virgen de Loreto, llevada hasta el descampado en procesión durante la pasada noche. Con anterioridad, el Papa había pronunciado la correspondiente frase en latín para beatificar al español Pere Tarres i Claret y a los italianos Pina Suriano y Alberto Marvelli, después de oír sus virtudes glosadas por los obispos de sus respectivas diócesis. En nombre de los tres prelados, se dirigió al Pontífice el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, para demandar la beatificación de los tres miembros de Acción Católica que han sido elevados a los altares. En lengua catalana y dirigiéndose a los fieles llegados de Cataluña, Juan Pablo II dijo que «el nuevo beato es un gran honor para vuestra tierra y su figura como hombre, médico y presbítero es un ejemplo luminoso para los cristianos de nuestro tiempo». Junto a Tarres fueron beatificados los laicos italianos Pina Suriano, nacida en la isla de Sicilia y miembro de Acción Católica desde los 12 años, y Alberto Marvelli, que ejerció la política municipal en la cercana población de Rimini. La delegación española la presidió el ministro de Defensa, José Bono, acompañado por la directora de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico, y su homologa de la Generalitat de Cataluña, Montserrat Coll. También asistió a la beatificación, a título personal, el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol. Con los beatos de hoy son ya 1.333 los que ha proclamado el papa Juan Pablo II durante su Pontificado, junto a 482 santos.

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