(Agencia Fides) – Cada día en el Cuerno de África, debido a la hambruna causada por la grave sequía de los últimos 50 años, siguen muriendo entre 100 y 200 niños menores de 5 años de edad. A pesar de las ayudas y asistencia de diversas organizaciones humanitarias, la situación está empeorando, y en el último año han muerto entre 35 mil y 65 mil niños.
 En el campo de refugiados de Dadaab, el más grande del mundo, que se encuentra en Kenia, continua la afluencia de miles de niños hambrientos y en malas condiciones sanitarias que huyen de sus tierras estériles de origen que desde hace más de dos años están causando estragos en África del este. 
El Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido, indica que en 2011 los muertos fueron entre 50 mil y 100 mil, de los cuales más de la mitad eran niños. El gobierno de EE.UU. asegura que sólo de mayo a julio de 2012 se produjeron 29 mil muertes.
 Las Ong Oxam y Save the Children, en un informe publicado recientemente bajo el título A Dangerous Delay, denuncian que miles de muertes se podrían haber evitado si la comunidad internacional, los gobiernos y las organizaciones humanitarias, hubiesen respondido con mayor rapidez al problema. Por otra parte, la tasa de malnutrición en Somalia ha aumentado del 16,4% al 36,4%. 

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