La medicina y el derecho han demostrado que matar una vida humana en el seno de su madre nunca es justificable. El aborto es un asesinato.
¡NO ES UN DERECHO!
Declaraciones de Daniel Berrigan, activista famoso en Estados Unidos por su defensa de los derechos civiles y su no a las guerras.
La medicina y el derecho han demostrado que matar una vida humana en el seno de su madre nunca es justificable. El aborto es un asesinato.
Nadie que promueva y defienda los derechos humanos puede estar a favor del aborto, pues la vida humana es el primer derecho que hay que defender. No existe un derecho al aborto reconocido internacionalmente, aunque el lobby pro-aborto se encubre con el lenguaje de los derechos humanos.
El periódico National Catholic Register publicaba unas declaraciones de Daniel Berrigan, activista famoso en Estados Unidos por su defensa de los derechos civiles y su no a las guerras. No se puede apoyar financiera ni individualmente –dice- a las organizaciones que no defienda a la gente indefensa, y nadie es más indefenso que el niño no nacido que está amenazado por el aborto.
The Economist, en su artículo, titulado “Defiende tus derechos”, critica a los movimientos que han pasado de defender los derechos políticos a lo que la gente llama ahora derechos sociales y económicos: empleo, vivienda, sanidad o alimentación. Son necesidades, pero de poco sirve llamarlos derechos. Pocos derechos son universales. Dejar que se multipliquen los debilita. El diario destaca que los países más entusiasmados en usar el lenguaje de los derechos sociales y económicos tienden a ser aquellos que muestran menos respeto por los derechos de corte tradicional.
Esta polémica de los derechos humanos, ha entrado un grupo del Congreso estadounidense que cuenta con más de 70 miembros de ambos partidos. Estos congresistas urgen a todos estos movimientos supuestamente de ayuda al desarrollo que no defiendan como un derecho universal el aborto, informa la agencia de noticias británica Reuters.
Por otro lado, el Consorcio de Médicos Católicos Argentinos subrayó en Agosto del 2004, que “no existen razones médicas físicas o psíquicas que justifiquen un aborto”. Los problemas que pueden presentarse “tienen siempre soluciones médicas y más aun con los recursos sanitarios, públicos y privados existentes en la ciudad”, afirmó en un comunicado dicha entidad. “La vida o salud de la madre están hoy médicamente protegidas con medidas adecuadas y no justifican el aborto. Y en los casos de violación de una incapaz, el aborto no hace más que agregar a la agresión psíquica y física de la madre la muerte de un ser inocente.
Este, con los cuidados y atención que corresponde brindarle, será un niño y luego un ciudadano completamente normal, en su propia familia o eventualmente en una familia de adopción”, reiteraron los médicos católicos. El comunicado explica que “desde el punto de vista jurídico, el aborto está contemplado y penado en cuatro artículos del Código Penal Argentino como uno de los delitos contra la vida de las personas. La Legislatura de la Ciudad no tiene absolutamente ningún poder constitucional para modificar, alterar o cambiar una ley de la Nación Argentina”. Por ello, “en caso de que los proyectos presentados en la Legislatura de Buenos Aires prosperen y tengan sanción legislativa, serán nulos de nulidad absoluta y deberán ser apelados ante la Justicia, para que así lo declare”.
Cada vez son más las personalidades del mundo científico que se posicionan a favor de la vida y que se muestran muy críticas con algunas de las políticas emprendidas por la liga socialista. La asociación Derecho a Vivir ha organizado jornadas científicas con el fin de emprender una labor de divulgación sobre las “innumerables evidencias científicas” que existen, tal y como considera su portavoz, Gador Joya, en torno a la defensa de la vida.
