Regina Caeli o Regina Coeli es el nombre de una oración mariana y cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen.


Son las palabras latinas con que abre el himno pascual de la Santísima Virgen María que traducidas al español son “Reina del cielo”, es una composición litúrgica a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo.


El Regina Caeli sustituye el rezo del Angelus durante el tiempo pascual. Litúrgicamente está prescrita en el Breviario Romano desde las completas del Sábado Santo hasta la hora nona del sábado posterior a Pentecostés. Debe ser cantado o rezado en coro y de pie.

Aunque no se conoce el autor, ya se rezaba en el siglo XII y los frailes menores (OFM) lo rezaban después del oficio de Completas ya en la primera mitad del siglo XIII y gracias a la misma actividad de los frailes franciscanos se popularizó y expandió por todo el mundo cristiano.

Si bien esta oración es de autor desconocido, la tradición se la atribuye a San Gregorio Magno, el cual escuchó los tres primeros versos cantados por ángeles mientras caminaba descalzo una mañana en una procesión en Roma, a las que él agregó la cuarta línea. Sin embargo también ha sido atribuido a Gregorio V, aunque sin sólido fundamento.

El himno no parece caer en desuso en la Iglesia siendo uno de los más populares y rezado por los católicos hasta el día de hoy y habitualmente es objeto de trabajo para compositores musicales polifónicos y modernos. Mozart ha compuesto una bellísima pieza con el texto del Regina caeli.

En Latín

V/ Regina caeli, laetare, alleluia. R/ Quia quem meruisti portare, alleluia. V/ Resurrexit, sicut dixit, alleluia. R/ Ora pro nobis Deum, alleluia. V/ Gaude et laetare Virgo María, alleluia. R/ Quia surrexit Dominus vere, alleluia. V/ Oremus: Deus, qui per resurrectionem Filii tui, Domini nostri Iesu Christi, mundum laetificare dignatus es: praesta, quaesumus; ut, per eius Genetricem Virginem Mariam, perpetuae capiamus gaudia vitae. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.

En Español

V/ Alegrate, reina del cielo, aleluya. R/ Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya. V/ Ha resucitado, segun predijo; aleluya. R/ Ruega por nosotros a Dios ; aleluya. V/ Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya. R/ Porque ha resucitado verdaderamente el Señor; aleluya. V/ Oremos. Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el goce de la vida eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.


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