Madrid, 16 (NE – eclesiales.org) El Arzobispo de Toledo, Monseñor Antonio Cañizares, denunció las amenazas sufridas por la Iglesia por parte de los poderes y medios públicos. En su homilía con motivo del día de la Asunción, Mons. Cañizares afirmó que la Iglesia, en su peregrinar a lo largo del siglo XX y en los comienzos del XXI, “ha padecido muchas tribulaciones y ha tenido que librar dura batalla contra el poder de las tinieblas. Nunca, tal vez en la historia, se ha visto acosada como en ese periodo”. El Prelado destacó como causas de esta persecución “el laicismo reinante, la secularización generalizada del mundo y la interior propia de la misma Iglesia, la apostasía silenciosa y las deserciones de tantos cristianos, el debilitamiento de las conciencias y la quiebra moral de los tiempos actuales”. “¡Cuánto, en efecto, se está atacando a la Iglesia en estos momentos, también en España, en medios de comunicación, con propaganda en contra incluso desde medios y con medios que, por su propia naturaleza, deberían estar al servicio del bien común y de las libertades! ¡Cuánta manipulación y mentira para acusarla, porque de lo que se trata es que desaparezca o que no cuente!”. En sus palabras, el Arzobispo de Toledo recordó “diversos artículos publicados muy recientemente en medios de comunicación social” en los que “tratan de destruir y eliminar a Jesucristo, a Dios, a la Iglesia”. En especial, afirmó, “cuando la Iglesia defiende la vida humana en todas las fases de su existencia, desde su gestación hasta su muerte natural, o cuando sale en defensa de la familia asentada sobre el matrimonio único e indisoluble, abierto a la vida, entre un hombre o una mujer, o cuando lucha por que no se manipulen o eliminen los embriones humanos, cuando proclama la verdad, aun a costa de persecución, cuando lo apuesta todo por el hombre y señala que su camino es el hombre”. “A la Iglesia se le querría callada en todo, muda, que se plegase a los poderes de este mundo, que no inquietase a estos mismos poderes, bajo el pretexto de que han recibido una legitimidad de apoyos más o menos mayoritarios”. Luego de la Misa, el Arzobispo acompañó a la imagen de Nuestra Señora del Sagrario en procesión por las calles de Toledo. “Nos hallamos inmersos en una época y en una sociedad afectadas a menudo por un oscurecimiento de la esperanza, en la que tantos hombres y mujeres parecen desorientados, inseguros, sin esperanza, y muchos cristianos están sumidos en este estado de ánimo”, afirmó luego en una breve alocución, pidiendo finalmente la intercesión de Santa María para ofrecer “a todas las gentes la esperanza viva en Jesucristo resucitado”.

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