El catequista y activista católico Rabindra Parichha, de 47 años, fue asesinado en el Estado de Orissa, en el Este de la India. Parichha trabajó en el famoso distrito de Kandhamal, escenario en 2008 de masacres contra los cristianos y parte de la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar, pero fue asesinado mientras se encontraba en Bhanjanagar, en la diócesis de Berhampur, siempre en Orissa.
     Lo confirma a la agencia Fides monseñor John Barwa SVD, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, que dijo estar "muy triste por el trágico suceso". "Yo conocía personalmente a Parichha, fue uno de mis estudiantes. Era un punto de referencia para muchos pueblos en el distrito de Kandhamal. Era un líder comprometido con la comunidad civil y fue elegido como el Sarpanch (jefe del Consejo de un grupo de pueblos indígenas): el trabajo pastoral y social eran su misión, y lo realizaba con pasión".

     La policía inició las investigaciones del asesinato, que ocurrió entre la tarde del 16 de diciembre y la madrugada del 17. Según pudo saber Fides de fuentes locales, el cuerpo de Parichha fue encontrado en el campus de la universidad "Kabi Samrat Upendra Bhanja", en el distrito de Ganjam.

     En la noche del 16 Parichha llamó por teléfono a un vecino y desde ese momento no regresó a casa. Su esposa e hijos lo buscaron y llamaron a la policía, que encontró el cadáver en la mañana del 17. El cuerpo de Parichha estaba degollado y tenía heridas de arma blanca en las manos y el estómago. Más de 200 ciudadanos de Bhaliapada, de donde era oriundo, se dirigieron a Bhanjanagar para recoger su cuerpo.

 Parichha, ex catequista itinerante en la parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en Mondasoro (el distrito de Kandhamal), trabajaba desde hacía tres años en el Centro de Ayuda Legal de Orissa, con el apoyo de las iglesias cristianas en Kandhamal.

     Según Fides, Parichha, el tercer líder cristiano del año asesinado en Orissa, "estaba muy comprometido como abogado y activista de los derechos humanos: la causa del asesinato podría estar relacionada con su trabajo. No excluimos la posibilidad de que los responsables sean hindúes radicalizados".

     Monseñor Barwa dijo a Fides: "La violencia es siempre un acto injustificable. La vida es de Dios y ningún hombre tiene derecho a quitarla. No sabemos los motivos ni quienes son los autores del asesinato: queremos descubrir la verdad y pedimos el compromiso de las autoridades".

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