Los 115 cardenales que elegirán al 265º pontífice de la historia de la Iglesia Católica se recluyeron en la Casa Santa Marta para iniciar este lunes el primer Cónclave del tercer milenio. Los cardenales de 52 países que representan a los cinco continentes se trasladaron a esta residencia del Vaticano, una de las novedades introducidas por el difunto Juan Pablo II para que se alojen cómodamente en este periodo crucial en el que permanecerán aislados del mundo. Este lunes, los purpurados se encerrarán en la Capilla Sixtina en un Cónclave de duración y desenlace inciertos, del que emergerán sólo cuando hayan elegido al sucesor del Papa polaco fallecido el pasado 2 de abril a los 84 años. El Cónclave, cuyo ritual está perfectamente detallado en la Constitución Apostólica, comenzará a las 10H00 (08H00 GMT) con la misa llamada «Por la elección del Romano Pontífice» en la basílica de San Pedro, a la que están invitados los fieles del mundo entero. A las 16:30 hrs. (14H30 GMT), vestidos de púrpura y blanco, se dirigirán en procesión a la Capilla Sixtina, el corazón de la elección papal, entonando el himno Veni Creator con el que invocan al Espíritu Santo para que les ilumine. Los purpurados pronunciarán entonces, uno por uno y con la mano sobre el Evangelio, el juramento de guardar un secreto absoluto sobre la elección. Las puertas de la Capilla se cerrarán definitivamente tras el tradicional «¡Extra Omnes!» (fuera todos), que expulsará del Cónclave a todas las personas no autorizadas y pondrá fin a la retransmisión televisiva del evento. A partir de ese momento, la única comunicación del Cónclave con el exterior será el humo que saldrá dos veces al día, por la chimenea de la estufa instalada dentro de la capilla en la que se quemarán las papeletas de votación.

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