Los pecados se multiplican, la pureza del alma es cada vez menos importante, se olvida a mi Hijo

Tanta anti-propaganda contra la Virgen. La peor: nuestra inconsecuencia, indiferencias y pecados. Cada vez que somos esclavos de la suficiencia, la arrogancia, las impurezas, celos, afán de protagonismo, mundanidades, displicencia, ambición y rivalidades, ponemos graves obstáculos, no solo al Reino de María sino que también a nuestra propia santificación. Se engaña y equivoca gravemente quien justifica sus cadenas argumentando que espera recibir lo que no procura buscar.  Quien confía de verdad en el Señor y se abandona en los brazos de la Reina de la Paz, toma una sola decisión como signo de su verdadera confianza: Renuncia a sí mismo y su  pecado, por que no teme perderlo todo. Eso si es confiar. Un año de mensajes es más que suficiente para examinarnos y dejar de rechazar nuestra verdadera conversión:


«Queridos hijos, mi Corazón materno llora mientras miro lo que hacen mis hijos. Los pecados se multiplican, la pureza del alma es cada vez menos importante, se olvida a mi Hijo, y se adora siempre menos y mis hijos son perseguidos. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, con el alma y con el corazón, invocad el Nombre de mi Hijo; Él tendrá palabras de luz para vosotros.»

(2 de Diciembre 2016)

“Hijitos, que su vida sea un don en amor para los demás y Dios los bendecirá. Y ustedes testimonien sin interés, por amor hacia Dios.”  

(25 de noviembre de 2016)

Orad con el corazón y con sentimiento. Orar significa pensar en Su amor y en Su sacrificio. Orar significa amar, dar, sufrir y ofrecer…yo fui el cáliz del Hombre-Dios, fui instrumento de Dios, y por eso, apóstoles míos, os invito a que seáis cáliz del amor puro y sincero de mi Hijo. 

(2 de noviembre de 2016)

Vengo a vosotros que en mí pensáis, que me invocáis. ¿Tenéis corazones puros y abiertos? ¿Veis los dones, los signos de mi presencia y de mi amor? Hijos míos, en vuestra vida terrena, actuad siguiendo mi ejemplo. Mi vida ha sido dolor, silencio y una inmensa fe y confianza en el Padre Celestial.

(2 de septiembre)

están demasiado apegados a la Tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás los agita como el viento lo hace con las olas del mar. 

(2 de Septiembre)

(Mi Hijo) Pide vuestra lucha interior contra el egoísmo, contra el juicio y las debilidades humanas. Por eso yo, como Madre, os digo: orad, porque la oración os da la fuerza para la lucha interior. Mi Hijo, de pequeño, me decía a menudo que muchos me habrían amado y llamado Madre.

(2 de agosto de 2016)

Mi Corazón materno desea vuestra sincera conversión y fe firme para que podáis transmitir el amor y la paz a todos aquellos que os rodean. Pero, hijos míos, no lo olvidéis: cada uno de vosotros es un mundo único ante el Padre Celestial; por eso, permitid que la obra incesante del Espíritu Santo actúe en vosotros. Sed, hijos míos, espiritualmente puros.

(2 de Mayo)

Queridos hijos! Mi Corazón Inmaculado sangra al mirarlos a ustedes en el pecado y en hábitos pecaminosos. Los estoy llamando: regresen a Dios y a la oración para que sean felices en la Tierra.

(25 de Abril 2016)


«A causa de vuestra indiferencia mi Corazón sufre dolorosamente. Mi Hijo ha estado siempre en el Padre. Al nacer en la Tierra, traía lo divino, y de mí adquirió lo humano. Con Él llegó a nosotros la Palabra. Con Él llegó la luz del mundo, que penetra en los corazones, los ilumina y los llena de amor y de consuelo. Hijos míos, todos los que aman a mi Hijo lo pueden ver, porque Su rostro se ve en las almas que están llenas de amor hacia Él. Por lo tanto, hijos míos, apóstoles míos, escuchadme: dejad la vanidad y el egoísmo, no viváis solo para lo terrenal, lo material.» 

(2 de Marzo)

Por eso, hijitos, en la humildad del corazón regresen a Dios y a sus Mandamientos para que puedan decir con todo el corazón: ‘así en la Tierra como en el Cielo’. Ustedes, hijitos, son libres para que en libertad se decidan por Dios o contra Él. Vean cómo Satanás quiere arrastrarlos al pecado y a la esclavitud. 

(25 de Marzo)

Mi Hijo ama a los puros y a los humildes. Los corazones puros y humildes dan vida a las palabras de mi Hijo: las viven, las difunden y buscan la forma de que todos las escuchen. Las palabras de mi Hijo hacen renacer a quienes las escuchan, las palabras de mi Hijo hacen que regresen el amor y la esperanza. Por eso, mis queridos apóstoles, hijos míos, vivid las palabras de mi Hijo. Amaos como Él os ha amado. Amaos en Su nombre y en Su memoria. La Iglesia progresa y crece gracias a aquellos que escuchan las palabras de mi Hijo, gracias a aquellos que aman, gracias a aquellos que sufren y padecen en silencio y en la esperanza de la redención definitiva.

(2 de Enero)

Yo oro y os pido también a vosotros, que oréis y viváis el amor, porque quiero que mi Hijo, cuando mire los corazones de todos mis hijos, pueda ver en ellos amor y bondad, y no odio ni indiferencia.

(2 de Noviembre 2015)

Muchos corazones se han cerrado a la gracia y han hecho oídos sordos a mi llamado. Ustedes, hijitos, oren y luchen contra las tentaciones y contra todos los planes malvados que el diablo les ofrece a través del modernismo. Sean fuertes en la oración y con la cruz en las manos, oren para que el mal no los utilice y no venza en ustedes. 

(25 de Marzo 2015)

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