Londres, Gran Bretaña (FD).-La iglesia Anglicana, fundada por el rey Enrique VIII, que se separó del Catolicismo, para asegurar la supremacía de sus caprichos maritales, no parece haber superado la crisis originada por la ordenación de un obispo homosexual por la iglesia americana el año pasado. Cuando parecía que el golpe moral por la ordenación de Gene Robinson el pasado noviembre como obispo de New Hampshire, de la Iglesia Episcopal, había sido superado y hasta olvidado, un informe publicado ayer por la Comisión Lambeth, advertía que «se mantiene un peligro real de que no caminemos nunca más juntos», una clara indicación de que la Iglesia que representa a 77 millones de fieles en todo el mundo hace frente al cisma. Es sin duda la mayor crisis por la que ha pasado la Iglesia Anglicana desde sus inicios, en el reindo de su fundador.La ordenación de un obispo homosexual y el matrimonio de parejas del mismo sexo ha sido el detonante, así lo indicaba ayer la Comisión Lambeth presidida por el arzobispo irlandés Robin Eames. Durante la presentación del informe el arzobispo pidió a la Iglesia Norteamericana el perdón por sus acciones.

«Debía de haber habido más consulta antes de dar el paso que obviamente era contrario a la manera de pensar de la mayoría de los Anglicanos», señala el informe y agrega que «en la familia Anglicana no existen reglas, constituciones o controles sobre las relaciones entre unos y otros y aunque la autonomía es importante, tenemos que ser realistas y pensar que existen ciertas limitaciones que aparecen cuando afectan a nuestras creencias, prácticas y la confianza de los demás».

El problema fundamental de la iglesia Anglicana es la división de las 38 iglesias repartidas por el mundo en dos familias muy distintas. Por un lado las iglesias anglicanas ricas y por otro las pobres. En el primer mundo destaca la Iglesia Episcopal que con 2,3 millones de miembros en inmensamente más rica que la iglesia Anglicana de Nigeria que cuenta con 17, 5 millones de miembros o la del Reino Unido con 26 millones. Esta división no sólo es económica. Mientras que las iglesias de los países más ricos cuentan con una ideología más avanzada y menos reaccionaria, la que representa a África, Asia o Sudamérica son más conservadoras y por lo tanto opuestas a cualquier interpretación de la sexualidad que no pase por la mostrada en la Biblia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *