ASUNCION, Paraguay.- Obispos se manifiestan preocupados por la situación que viven campesinos, desalojados de asentamientos de un modo violento e inesperado. El discurso del presidente Duarte parece que «es incoherente porque primero promete tierra a los campesinos pero, posteriormente, los expulsa violentamente de sus asentamientos», dijo el jueves Monseñor Mario Melanio Medina, obispo de la diócesis de Misiones. Desde agosto del 2003 Duarte venía reivindicando el derecho de los labriegos de luchar por un pedazo de terreno propio, agregando que «todos los paraguayos deben vivir dignamente cultivando su tierra; los más ricos deben ayudar a los más pobres». Ahorá cambió de postura y comenzó a desalojar por la fuerza, pero con orden judicial, a campesinos sin tierra que habían «invadido» haciendas privadas. Este incongruente discurso siembra confusión y discordia. Monseñor Adalberto Ortiz, de la diócesis del Alto Paraná, confirmó que «el lunes próximo vamos a reunirnos seis obispos de departamentos donde el campesinado está siendo desalojado de sus asentamientos, quedándose en la calle». «Analizaremos la situación grave para realizar recomendaciones para acciones concretas, a la Conferencia Episcopal Paraguaya», especificó.

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