Una posible discriminación indirecta -de acuerdo a la propia legislación nacional- se está realizando en Gran Bretaña, por parte de algunos de sus tribunales: es lo que advierte un documento emitido por el Departamento por la Responsabilidad Cristiana y la Ciudadanía de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, publicado el pasado 5 de septiembre.
El documento enfoca cuatro casos paradigmáticos en el Reino Unido: el de Nadia Eweida, azata de British Airways y el de Shirley Chaplin, enfermera, suspendidas de sus trabajos por portar una cruz; el de Lilian Ladele, quien perdió un trabajo en la administración municipal en la cual laboraba por negarse a oficiar un «matrimonio homosexual»; y el de Gary MacFarlane quien fue expulsado de su trabajo por negarse a ofrecer terapia sexual a una pareja de homosexuales.
En los dos primeros casos, los obispos han rechazado las decisiones de tribunales del Reino Unido, los cuales afirmaron que la práctica de portar una cruz no estaba amparada por las Regulaciones de Igualdad en el Empleo de 2003 referentes a la discriminación por motivos de religión o creencias.
Los tribunales distinguieron entre religiones que prescriben sobre el traje y aquellas que no, lo que para el organismo de la conferencia episcopal inglesa es ya una violación. «El verdadero examen debería relacionarse con el hecho de si las personas consideraban o no usar el elemento religioso [cruz] como una manifestación importante de su fe, y así fue el caso de las dos mujeres», explica.

En el tercer caso (funcionaria pública despedida por negarse a oficiar un «matrimonio homosexual»), los obispos señalaron que su negativa a participar de la ceremonia era una expresión de su religión y credo en «práctica y observancia»; para ella la participación en ese acto constituía una «complicidad moral», y su negativa no socavaba el servicio de registro de uniones civiles. Por ello no encuentra de ninguna manera justificada la negación de la objeción de conciencia que hicieron los tribunales británicos en este caso. Análisis análogo se realiza del cuarto caso, el terapeuta sexual que se negó a aplicar su ciencia a una pareja homosexual, por lo que fue despedido.
Los cuatro presuntos casos de violación a la libertad religiosa se han presentado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

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