Después de las celebraciones y el carnaval, la Iglesia Católica recordará al hombre su condición de mortal: "polvo eres y en polvo te convertirás" (Génesis 3:19). El 22 es "Miércoles de Ceniza", llamado así porque durante las misas que se ofician en todas las parroquias el sacerdote impondrá una cruz de ceniza en la frente de los fieles. Tras estos ritos comenzará la Cuaresma, período penitencial que se extenderá durante 40 días hasta la Semana Santa.
La ceniza que se utiliza para las ceremonias del miércoles provienen de la quema de los olivos del Domingo de Ramos del año anterior. La costumbre entre los fieles es no quitarse la ceniza bendecida, sino dejar que desaparezca sola.
El miércoles comienza la preparación para la Cuaresma. Todos los viernes de ese período los fieles se abstienen de comer carne pero también pueden realizar cualquier otro sacrificio penitencial, como privarse de fumar, comer dulces o desarrollar otra actividad placentera.
Los sacerdotes llaman a la confesión y es muy importante acompañar la oración con actos piadosos, como la limosna o la ayuda a los demás, especialmente durante esos días.
La Cuaresma concluirá con la Semana Santa, que recuerda la pasión y muerte de Jesús, y que este año se extenderá entre el 17 y el 24 de abril.