CIUDAD DEL VATICANO, 29 DIC 2004 (VIS).-Al final de la audiencia general de hoy, Juan Pablo II recordó una vez más a las víctimas del terremoto que asoló el Sudeste asiático en la madrugada del 26 de diciembre, e invitó a todos a la solidaridad con las poblaciones afectadas. «Las noticias procedentes de Asia -dijo- muestran siempre la vastedad de la tremenda catástrofe, que se ha cebado en particular en India, Indonesia, Sri Lanka y Tailandia». «La comunidad internacional y muchas organizaciones humanitarias -prosiguió el Santo Padre- se han movilizado rápidamente para prestar socorro. Están haciendo lo mismo numerosas instituciones caritativas de la Iglesia. En el clima navideño de estos días, invito a todos los creyentes de buena voluntad a contribuir generosamente a esta gran obra de solidaridad con las poblaciones sometidas a duras pruebas y expuestas ahora al peligro de epidemias. Permanezco a su lado con mi afecto y mi oración, especialmente con los heridos y los que no tienen un techo donde cobijarse, mientras confío a la misericordia divina a las innumerables personas que han perdido la vida».

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