Un portavoz del Vaticano, el arzobispo británico Michael Fitzgerald, pidió tanto a cristianos como a musulmanes que «mantengan la calma» ante la ola de violencia antieuropea que se desató en el mundo musulmán por la publicación de caricaturas de Mahoma. «Tenemos la responsabilidad de bajar la tensión y de calmar los ánimos de ambos lados», declaró Fitzgerald, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Religioso. «Vamos a hablar con nuestros amigos musulmanes para ver, con ellos, lo que se puede hacer. Ambos lados tienen que actuar», comentó. Fitzgerald espera que la crisis provocada por la publicación de varias caricaturas de Mahoma en un diario danés sirva para «hacer una reflexión seria sobre el respeto de los valores religiosos en todas las sociedades», dijo. «Hay que ejercer la libertad de expresión con responsabilidad y eso ha faltado hasta ahora», estimó. En un comunicado divulgado el sábado, el Vaticano recuerda que la libertad de expresión no autoriza a «herir los sentimientos de los creyentes», a la vez que lamenta la violencia de las manifestaciones de protesta.