Los obispos llaman a la concentración del 18 de junio. Manifestarse es un modo de cumplir con el deber de servir al bien común. A raíz del tratamiento por el Senado de España del proyecto de ley que equipararía las uniones homosexuales con el matrimonio, incluyendo la posibilidad de adoptar, el Foro Español de la Familia, convocó una manifestación en defensa de los principios de orden natural para el 18 de junio en Madrid. Después del apoyo explícito dado por varios obispos a la marcha, por ejemplo, por el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela; por Mons. Antonio Dorado, Obispo de Málaga; por el Obispo de Mondoñedo-Ferrol, Mons. José Gea Escolano; por los Obispos de Asidonia-Jerez, Mons. Juan del Río, y de Cádiz y Ceuta, Mons. Antonio Cevallos; por el Arzobispo de Pamplona-Tudela, Mons. Fernando Sebastián Aguilar, que pidió no aceptar “pasivamente un ataque tan grave contra el orden natural”, y por el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, que en su carta semanal afirmó, ““manifestarse a favor de que se respete la alianza conyugal entre el varón y la mujer, de que se apueste por las familias con un sólido fundamento matrimonial indisoluble, es manifestarse para el bien de todos, para el bien de la humanidad”, la Conferencia Episcopal, publicó un comunicado instando a los católicos a manifestarse y a dar “una respuesta clara e incisiva por todos los medios legítimos”. También se conoció un mensaje del Obispo auxiliar de Madrid, Mons. Fidel Herráez, dirigido a todos los sacerdotes de las parroquias y lugares de culto de la arquidiócesis, adjuntándoles una nota del Consejo de Laicos, pidiendo que sea leída en las misas que se celebren los dos fines de semana previos a la manifestación. “Fracasadas las iniciativas de diálogo planteadas, creemos en conciencia, dice la nota, que debemos manifestarnos públicamente para hacer valer nuestros derechos y oponernos a leyes que suponen una agresión a los fundamentos de la vida familiar y social». La Familia sí importa, titula la Conferencia Episcopal su comunicado, que dice: “La Conferencia Episcopal, a través de su Comité Ejecutivo, ha manifestado en dos ocasiones su juicio claramente negativo sobre la legislación que se prepara en este momento y que supondría una corrupción tal del matrimonio en nuestras leyes, que esta institución vital e insustituible para las personas y para la sociedad dejaría de ser la unión de un hombre y de una mujer. Los obispos, en sus diócesis, han expuesto también la doctrina católica a este respecto de modo nítido y reiterado. “La sociedad, a través de diversas instancias, ha manifestado igualmente su rechazo de una legislación tan injusta y contraria a la razón. Entre las iniciativas sociales propuestas para la defensa de los derechos del matrimonio, de la familia y de los niños, una organización civil ha convocado a los ciudadanos a expresar su apoyo a estos derechos por medio de una manifestación convocada para el día 18 de junio en Madrid bajo el lema de “La familia sí importa”. “La causa es justa. Nos hallamos ante una cuestión de la mayor trascendencia moral y social que exige de los ciudadanos, en particular de los católicos, una respuesta clara e incisiva por todos los medios legítimos. Los fieles laicos responden adecuadamente al desafío planteado cuando hacen uso de sus derechos democráticos a expresar su desacuerdo manifestándose pacíficamente. Es un modo legítimo de cumplir con su deber al servicio del bien común”. (Nota del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, Madrid, 9 de junio de 2005).

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