El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo
Evangelio Diario y Meditación
+Santo Evangelio:
Evangelio según San Mateo 22,1-14.
Jesús habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo.
Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: ‘Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas’.
Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio;
y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad.
Luego dijo a sus servidores: ‘El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él.
Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren’.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta.
‘Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?’. El otro permaneció en silencio.
Entonces el rey dijo a los guardias: ‘Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes’.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.
+Meditación:
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 38
Dios Padre celebró las bodas a su propio Hijo cuando unió a Este con la humanidad en el vientre de la Virgen. Mas como el casamiento no puede verificarse sino entre dos personas, no debemos pensar que la persona del Salvador consta de dos personas unidas. Decimos que consta y que está formada por las dos naturalezas, pero de ningún modo podemos decir que sea un compuesto de dos personas. Mejor puede decirse que este Padre rey celebró las bodas para su Hijo rey, asociándole la santa Iglesia por medio del misterio de la encarnación: el tálamo de este esposo es el vientre de la Virgen María.
Y como los que antes habían sido invitados no quisieron venir al convite, se les dice en la segunda invitación: «He aquí que he preparado mi banquete».
Los toros representan a los padres del Antiguo Testamento, los cuales, según estaba permitido en la ley, herían con el cuerno de su virtud corporal a sus enemigos. Llamamos a los animales cebados, por Aquel que alimenta desde lo alto; por eso les decimos saciados. Por medio de los animales cebados se figuran los padres del Nuevo Testamento, los cuales, cuando perciben la gracia de la dulce alimentación interna, se elevan de los deseos terrenos a las cosas de lo alto por las alas su contemplación. Dice, pues: «Mis toros y mis animales cebados ya están muertos». Como diciendo: Observad las muertes de los padres que precedieron, y pensad en aplicar los remedios para que conservéis vuestras vidas.
Debe advertirse también, que en la primera invitación nada se habló de toros ni de animales cebados; pero que en la segunda, se dice que los toros y los animales cebados ya están muertos. Porque el Dios omnipotente, cuando no queremos oír su divina palabra, cita ejemplos para que veamos que hay facilidad para poder vencer todo lo que consideramos como imposible, oyendo que otros han pasado por esto.
El que se propone labrar un terreno, o está dedicado a las cosas del mundo, simula meditar en el misterio de la encarnación, y vivir según su espíritu, y marcha hacia la granja o sea hacia el negocio, rehusando venir a las bodas del rey. A veces (lo que todavía es peor), algunos llamados a la gracia, no sólo la desprecian, sino que también la persiguen: por esto añade: «Y los otros echaron mano de los siervos», etc.
Los ejércitos de los ángeles son los de nuestro Rey. Habiendo, pues, enviado sus ejércitos se dice que acabó con aquellos homicidas porque todo designio se cumple sobre los hombres por medio de los ángeles. Acabó, pues, con aquellos homicidas, porque mató a los que le perseguían; incendió también su ciudad, porque no solamente sus almas sino que también su carne (en la que habían vivido), habían de ser atormentadas con el fuego eterno.
Pero éste que se ve despreciado de los que convida, no tendrá desiertas las bodas de su hijo: porque alguna vez la palabra de Dios encontrará también en dónde descansar. Por esto añade: «Entonces dijo a sus siervos”.
Según la Sagrada Escritura, se entiende por camino las acciones; las salidas de los caminos son las faltas de las acciones, porque con frecuencia vienen a Dios con facilidad, aquéllos que ninguna satisfacción se conceden en las cosas de la vida.
Y dice esto, porque en la Iglesia no puede haber buenos sin malos, ni malos sin buenos, y no fue bueno aquél que no quiso sufrir a los malos.
¿Qué debemos entender por vestido de bodas, sino la caridad? Porque el Señor la tuvo cuando vino a celebrar sus bodas con la Iglesia. Entra, pues, a las bodas, sin el vestido nupcial, el que cree en la Iglesia, pero no tiene caridad.
+Comunión Espiritual:
De Santa Margarita María Alacoque: “Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.