Ciudad del Vaticano.- La Iglesia de Asia, «un pequeño rebaño», donde a algunos se les impide profesar su fe, deben tomar como ejemplo a los mártires de ese continente para sentirse con fuerzas y progresar en momentos de «extensión de los focos de guerra». El Papa Juan Pablo II expresó estos pensamientos durante la VIII Reunión del Consejo Postsinodal de la Secretaría General del Sínodo de Obispos de la Asamblea Especial de Asia. «En los últimos años, las zonas de guerra se han ido extendiendo, por lo que resulta urgente construir la paz, empresa difícil que requiere el esfuerzo de todos los hombres de buena voluntad», dijo el Papa.

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