A la familia Dios la hizo una institución natural, por lo que no son los gobiernos ni los parlamentos los que tienen que decir qué es la familia, recordó el arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín, al celebrar la Eucaristía en la XX Jornada Mariana de la Familia en el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, en la provincia de Huesca.

El acto congregó unos 15 mil fieles de España, Francia, Polonia e Italia, quienes expresaron su devoción a la Virgen por medio de flores, frutos, cerámicas, fotografías, vino, productos del mar, camisetas y placas.

En la homilía, el Prelado hizo un llamado a las familias para que redescubrieran cada día «ese tesoro del cual son depositarios. Dios los ha bendecido con esos amores: con tu mujer, con tu marido, con tus hijos». «Así, la familia será verdaderamente el santuario de la vida, será la garantía de que toda criatura que procede de esa entrega en fidelidad matrimonial, estará resguardada por la cuna más fuerte, que es el amor conyugal y familiar», añadió.

Durante la jornada, se dio lectura al mensaje enviado a los participantes por el papa Benedicto XVI, quien los exhortó a dar «un incondicional sí a la vida», y pidió a los esposos «disponibilidad y abnegada entrega, y confianza mutua, fiel y fecunda».

La jornada concluyó con el rezo del Santo Rosario por la explanada, acompañando a la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad, y la bendición con el Santísimo Sacramento.

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