San Pedro y San Pablo, dijeron que cuando se aproxime el tiempo “entonces los hombres no querrán creer y negarán obstinadamente que Cristo haya de volver”.

2 – Las Profecías Mayores

 

 

La Profecía y el Fin de los Tiempos

 

Segunda Conferencia

Dictada por el R.P. Dr. Leonardo Castellani, SJ

(1899 – 1981)

El 13 de Junio de 1969

 

Jesucristo — San Pedro y San Pablo — San Juan Apokaleta — Carácter de las predicciones — El alegorismo — Predicciones que parecen cumplirse ahora —La apostasía.

San Pedro y San Pablo, dijeron que cuando se aproxime el tiempo “entonces los hombres no querrán creer y negarán obstinadamente que Cristo haya de volver”. Y ése es otro de los signos. Mas Cristo dijo por lo menos diez veces que Él iba a volver. Su larga profecía acerca de Su Retorno llena una capítulo entero de San Mateo, el XXIV, antes de dos Parábolas que versan acerca de eso mismo: las Diez Doncellas, o las Diez Vírgenes y los Cinco Talentos, seguida de la Parábola del Último Juicio y después sigue su pasión y su muerte en el capítulo XXVI.

Este capítulo XXIV debemos considerar ahora, el cual se repite abreviado en los otros dos evangelios sinópticos, San Marcos y San Lucas. La Parusía está situada como en el centro de la prédica de Jesucristo. Y lo que hay que anotar primero es que, después de anunciar cosas tremendas, Cristo dice que levantemos las cabezas porque nuestra salvación está cerca y después de decir que habrá una tribulación, la mayor desde el diluvio, y aun desde que el mundo es mundo, empieza a hablar de la primavera, cuando la higuera reverdece. Y después de decir que de aquel día y de aquella hora nadie sabe, ni los ángeles del cielo sino sólo el Padre, dice que notemos los signos que para eso nos dio; y parece contradictorio, pero no lo es, porque una cosa es saber exactamente la fecha y otra cosa su proximidad.

El Concilio del Florencia prohibió que se fijase el año de la Venida de Cristo, porque muchos lo hicieron, eso, muchos ilusos fijaron el tiempo de la Venida de Cristo, por ejemplo Holzhauser un gran comentador del Apocalipsis que dijo que el Anticristo iba venir el año 1911 y después los Adventistas, por ejemplo el fundador de los Adventistas que me parece se llamaba Brown, lo fijó para 1843, el fin del mundo. Después vio que no pasaba, el fin del mundo, entonces, lo postergó a 1857 y así lo han venido postergando hasta ahora, los Adventistas que son, lo mismo que los Testigos de Jehová, los que más predican acerca de los Últimos tiempos—casi no predican más que acerca de eso.

La proximidad, sí… y esa proximidad, Cristo repite una y otra vez que estemos vigilantes, cautelosos y preparados, porque si el dueño de la casa supiese cuando iba a venir el ladrón estaría despierto y no dejaría saquear su casa “y así vosotros estad despiertos y con luces en las manos y ceñido el cinturón porque no sabéis la hora en que el Hijo del Hombre va a volver”, porque su vuelta será en cierto modo repentina y total, como el relámpago que en un instante cruza todo el ámbito del cielo, de oriente a occidente. Lo cual, creo, ha de entenderse así: para los no-creyentes en la Parusía, ese día será una sorpresa absoluta, un rayo en el cielo sereno; para los creyentes que estarán atentos a los signos, será sorpresiva de todos modos, por lo instantánea y lo súbita. Lo mismo que en los días antes del Diluvio, dice Cristo, los hombres comían y bebían, se casaban y daban sus hijas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el Arca y no lo conocieron hasta que vino la gran riada y barrió con todo, así será la venida del Hijo del Hombre.