Poderosos organismos financieros globales imponen a los «gobiernos» principios aberrantes.


“Existe una reciente legislación que se extiende por el mundo actual, totalmente contraria a la razón, a la naturaleza y a la vida: aborto, divorcio, matrimonio homosexual, experimentación con embriones humanos, gestación subrogada, transexualidad… «.

Fuente: Hispanidad

Documento: «El Dios fiel mantiene su alianza» (DT 7,9)


«Los grandes organismos internacionales, a la hora de poner en práctica sus propuestas de organización del mundo, están haciendo una propuesta antropológica también»

El arzobispo de Valladolid, Mons. Luis Argüello, ha presentado en rueda de prensa, viernes 13 de enero de 2023, el documento «El Dios fiel mantiene su alianza» (DT 7,9), que se aprobó en la Asamblea Plenaria de noviembre de 2022. Se trata de un “instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad que se ofrece a la Iglesia y a la sociedad española desde la fe en Dios y la perspectiva del bien común”, según explica la Conferencia Episcopal.

No se trata de un nuevo documento doctrinal o pastoral de la Conferencia Episcopal, sino de una “invitación a la reflexión por parte de todos, en un momento de convergencia de múltiples acontecimientos, políticos, económicos y culturales expresión de una gran transformación que afecta a la transmisión de la fe y a la convivencia en nuestra sociedad”, aclaran los obispos españoles.

Desde poderosos organismos financieros globales se impone a los gobiernos” principios aberrantes. Argüello lo ha concretado en directivas de la UE, en propuestas de la ONU, o “en las condiciones de préstamos del FMI»
En la rueda de prensa, Argüello ha sido preguntado por cuestiones de actualidad, como las medidas provida —a iniciativa de Vox, no del PP— anunciadas por la Junta de Castilla y León, a lo que ha respondido: “Yo no quiero entrar en este asunto. Pero ciertamente creo que es importante que cuando todo se dice que tiene que estar en la decisión de una persona, en este caso de una mujer, la última reforma de la ley del aborto ha quitado los tres días de reflexión. Si es una decisión de una mujer es muy importante que esa decisión esté informada. Y hoy hay unas posibilidades de informarse de lo que lleva en el propio seno que es importante que esta información pueda llevar consigo. Insisto: esto nunca puede justificar la supresión de una vida. Pero un Estado que quiera regular una situación a la que incluso la llama ‘derecho’ no puede suprimir para el ejercicio de ese derecho toda la información posible y todas las vías de solución de salida, incluidas las de vivienda, las ayudas económicas, las reglas de juego laborales, que favorezcan la vida”.

Queremos hacer ver que los problemas que tienen que ver con cuestiones de moral personal, no se pueden separar de las cuestiones de moral social
Otro periodista le ha pedido que comente este texto que aparece en el documento: ‘Existe una reciente legislación que se extiende por el mundo actual totalmente contraria a la razón, a la naturaleza y a la vida: aborto, divorcio, matrimonio homosexual, experimentación con embriones humanos, gestación subrogada, transexualidad…, que desde poderosos organismos financieros globales se imponen a los gobiernos’.

A lo que Argüello ha respondido: “Si uno repasa las directivas de la UE, si desde directivas de la UE repasa algunas de las propuestas que están en las agencias de la ONU —desde la década delos 90 hasta aquí—, si uno repasa las condiciones de préstamos que hace el FMI a muchos de los países que están en dificultades económicas, y ve cómo se relacionan todas estas cuestiones que tienen que ver muchas veces con la economía, con el desarrollo de los pueblos, con la puesta en marcha de estas legislaciones…, reconozco que la expresión es fuerte —‘contrarias a la razón’—, en qué sentido. Por ejemplo, cuando se legisla por primera vez respecto del aborto, no conocíamos el ADN, el proyecto genoma humano. Las ecografías eran en 2D. Pero hoy tenemos ecografías en 3D, 4D, 5D. Hoy perfectamente desde un punto de vista racional, científico, se puede decir con fuerza que lo que existe en el seno de una mujer es una vida diferente y que por tanto hablar de ‘derecho al propio cuerpo’ no responde a una propuesta racional. Evidentemente está luego la otra cuestión de la naturaleza y lo que la propia naturaleza, en una época de sensibilidad ecológica tan grande, puede decirnos respecto de la vida humana, de la propia naturaleza humana. Pero quiero insistir en hasta qué punto los grandes organismos internacionales, a la hora de poner en práctica sus propuestas de organización del mundo, están haciendo una propuesta antropológica también. Una reducción de la persona individuo. También aquí hacemos referencia a viejas historias de cómo cuando se empieza a reflexionar sobre la economía y se pone en marcha una determinada manera de entender la economía liberal y la economía de mercado ese una visión del individualismo liberal se dice que es muy importante para el propio desarrollo del mercado que desaparezcan trabas que a veces pueden estar vinculadas a determinadas visiones. Y se hace referencia a visiones de la familia y del mundo. Cuando este tipo de condicionamiento para la organización de nuestro mundo en favor del interés general se aterrizan en legislaciones que van todas en la misma línea —una comprensión de la persona a individuo, un elogio de la autodeterminación—, por ejemplo, pensemos en una de nuestras últimas leyes, que hacen del consentimiento mutuo la clave para hacer un juicio moral de lo que está ocurriendo. Y se habla de un ejercicio de la sexualidad o de un encuentro sexual consentido. Pero al mismo tiempo, ese encuentro sexual es sin sentido, es decir, sin el sentido que la propia sexualidad tiene relacionada con el amor y la transmisión de la vida. Desde ahí es desde donde arranca esta expresión, que es fuerte”.

Argüello ha añadido: “Pero al hilo de esta pregunta quiero poner muy de manifiesto cómo en esta reflexión nosotros queremos hacer ver que los problemas que tienen que ver con cuestiones de moral personal, no se pueden separar de las cuestiones de moral social. Nosotros no podemos estar en contra del aborto —que lo estamos— sin caer en la cuenta de que, aunque no sea nunca justificación para el aborto, de los condicionamientos laborales, de la vivienda, de las reglas del juego de la economía que no favorecen muchas veces las situaciones de mujeres embarazadas. Evidentemente eso nunca puede justificar el llevar a cabo la supresión de una vida, pero una propuesta que sea de verdad integralmente en favor de la vida debe decir algo sobre las leyes que han hecho del aborto un derecho pero debe de decir mucho también sobre las circunstancias sociales, económicas, políticas, que favorecen o presionan de alguna manera esta toma de decisiones”.