En la víspera de que la Suprema Corte de Justicia de México discuta el proyecto que pretende derogar las leyes que defienden la vida en la República Mexicana, miles de mexicanos se reunieron en diferentes puntos del país para manifestar su reprobación al proyecto presentado por el Ministro Fernando Franco González.
En la Ciudad de México, la manifestación se realizó en el Monumento a la Madre. A la misma asistieron representantes de Asociaciones Civiles, de la Iglesia Católica y de Iglesias Protestantes, así como ciudadanos que defienden la vida desde la concepción.
Durante la manifestación hubo ponencias de expertos en bioética, derecho, jovencitas embarazadas y madres que en el pasado abortaron y ahora se arrepienten de su error.
En Ciudad de México la manifestación se realizó en el Monumento a la Madre Para finalizar, Mons. Pedro Agustín Rivera, rector del Templo Expiatorio de Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe), se dirigió a los asistentes.
Mons. Rivera, quien dijo que este proyecto no solo pretende eliminar el derecho a la vida, sino el derecho a la libertad religiosa y la libertad de expresión en general. Invitó a la reflexión e indicó, que ante los crecientes anhelos y pedidos de paz en toda la nación, esta manifestación fue también una petición por la paz, y que «porque queremos la paz, defendemos la vida».
Y agregó: «La paz es propiciada por un estado sustentado en el derecho y por ende en la justicia para todos. La paz no es solamente la ausencia de guerra, sino sobre todo es una expresión de la sociedad donde quienes la integran se ven con respeto y procuran la solidaridad mutua, procurando el desarrollo de todos.»
«Esta petición de paz, esta defensa de la vida no nos contrapone con aquellos que piensan de manera diversa (…) a ellos hacemos un atento llamado a la reflexión y al diálogo sincero y abierto para buscar el bien común.»
Y continuó: «La paz es conseguida, sostenida y fortalecida por el respeto y fortalecimiento de los derechos humanos universales siendo el principal y sustento de todos los demás, el respeto de la vida de todo ser humano desde la concepción hasta la muerte natural.»
«La declaración universal de los derechos humanos indica que son para todos, sin distinción de sexo, edad o condición social. Esta declaración no nos divide en hombres o mujeres, sino que nos integra en la humanidad. El aducir el derecho de una persona sobre otra es violentar el sentido de universalidad de ellos, imponiendo al fuerte sobre el más débil, instaurando así la ley de la selva.»

«Por ley natural, siempre deberá ser protegida por el estado, y por las leyes que de él emanan, la persona más débil. De otra forma, el mismo estado contradice el sentido de su existencia y propicia el desorden que institucionaliza la injusticia».
Citó a San Agustín quien dijo: «Quita al estado y entonces, ¿qué distingue al estado de una gran banda de bandidos?» y agregó, «esto no es una quimera, pues en la distorsión del reconocimiento de los derechos humanos universales, como recientemente señaló el Papa Benedicto XVI, hace que el estado se convierta en el instrumento de la destrucción del derecho, se transforme en una cuadrilla de bandidos que podría amenazar el mundo entero, y empujarlo hasta el borde del abismo.»
Mexicanos se reunieron en diferentes puntos del país para manifestar su reprobación a proyecto que pretende derogar leyes que defienden la vida Asimismo, indicó que la labor de los Ministros y Legisladores no es la de dividirnos, sino la de velar porque las leyes protejan la vida y desarrollo de todos los mexicanos de manera integral, incluyendo la integridad física de todo ciudadano independientemente de la etapa de la vida en la que se encuentre, sea en la concepción o con algunas semanas de vida en el vientre materno.
Y siguió: «No dividamos a nuestro país aduciendo derechos para hombres o mujeres. Busquemos el bien común y pongamos una especial atención al fortalecimiento de la familia y los valores que la unen. A la educación de niños, niñas, adolescentes, en el reconocimiento y la valoración del respeto que se deben a sí mismos y a los demás en el correcto uso de su sexualidad, no vista como fuente de placer, sino como auténtica fuente de complementación, y desarrollo personal y comunitario.»
Invitó a la creación de políticas que ayuden a la mujer embarazada, no con la consecuencia del aborto. Pidió cuidar a la mujer, especialmente a la embarazada y al hijo que lleva en su vientre materno.
La manifestación finalizó haciendo una invitación para que hoy los mexicanos hagan presencia frente a la Suprema Corte de Justicia, para hacer patente a los Ministros la opinión de la ciudadanía. Se les recalcó la importancia de hacerlo de manera pacífica y tranquila, pues se esperan los ataques de grupos de choque abortistas que comúnmente aparecen para violentar, hasta ahora sin resultados, los movimientos pro-vida de la ciudad.

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