Los médicos del Policlínico Gemelli le han prescrito un uso limitado de la voz para que pueda recuperar cuanto antes la función laríngea. En el parte médico emitido se lee que «continúan mejorando las condiciones generales del Santo Padre, que le permiten transcurrir largo tiempo sentado en un sillón». «No se han detectado complicaciones relacionadas con la traqueotomía y se observa una continua mejoría de la fonación gracias a las sesiones cotidianas de rehabilitación», cita el parte médico. También se explica que los médicos «han prescrito una prudente limitación del empleo de la voz para favorecer la mejor recuperación de la función de la laringe». Joaquín Navarro Valls ha manifestado el deseo del Vaticano de que pueda ser dado de alta para Semana Santa, sin embargo, «la fecha precisa la decidirán los médicos». «Faltan todavía 13 días para que comience la Semana Santa y aunque serán los médicos quienes decidirán cuándo podrá ser dado de alta el Papa, puedo deciros que presumo que habrá vuelto al Vaticano para el comienzo de las celebraciones», explicó el portavoz. Navarro Valls quiso precisar que esto no significa el Pontífice pueda «presidir los ritos de la Semana Santa» y que será él mismo quien decidirá de qué manera participará en las ceremonias, que «obviamente están todas confirmadas y seguirán el calendario establecido». El domingo, el Pontífice se asomó a la ventana de su habitación para bendecir a los numerosos fieles allí congregados para el rezo del Ángelus. Se trata de la segunda vez que Juan Pablo II realiza este gesto, después de que le fuera practicada una traqueotomía el pasado 24 de febrero.

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