El Papa Juan Pablo II nombró al Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, miembro de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, organismo encargado de administrar los bienes del Estado Vaticano. También la responsabilidad recae sobre Monseñor Angelo Scola, Patriarca de Venecia, según anunció ayer a los medios de comunicación la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El nuevo cometido del arzobispo de Madrid, que acaba de dejar la presidencia de la Conferencia Episcopal española, consistirá en participar en la elaboración de los presupuestos anuales de la Santa Sede, examinar sus balances e inspeccionar su contabilidad. La Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede, cuyo presidente es el Cardenal italiano Sergio Sebastián, se encarga de dirigir y controlar la administración de los bienes, que dependen de la Santa Sede o de la institución que preside. La prefectura examina las relaciones sobre el estado patrimonial y económico, así como los balances y presupuestos anuales de los organismos de la Santa Sede, «inspeccionando, si fuera necesario, libros de contabilidad y documentos».