Se trata del Obispo de Tarazona, España, Monseñor Demetrio Fernández. En el marco de la Celebración más importante del ciclo litúrgico, tal como lo hizo el Señor el día Jueves Santo, el prelado, consecuente con la caridad pastoral y su paternidad eclesial, ante su clero, recomendó a los presbíteros que rescaten de sus armarios el «clerigman» como «signo de Dios para el hombre de hoy». A través de una carta pastoral y aprovechando la celebración de la Pascua y de la institución del sacerdocio, monseñor Fernández se cuestiona en la carta «por qué en una sociedad secularizada como la nuestra nosotros, los sacerdotes, contribuimos a borrar toda huella de Dios disimulando nuestra condición de consagrados, al no vestir como sacerdotes». También afirma que «han hecho lo mismo las religiosas. Y así, nos quejamos de una sociedad secularizada e incluso laicista, cuando nosotros hemos ido por delante eliminando los signos que nos distinguen y que son signos de Dios para el hombre de hoy». Además, el prelado invita a los sacerdotes a «cuidar con esmero» la liturgia de la eucaristía pues «es el gran misterio de nuestra fe lo que tenemos en nuestras manos, no algo que se pueda manipular al antojo».Fernández afirma que «la gente sencilla de nuestras comunidades quiere ver en el sacerdote al hombre de Dios» y que hay que acabar con las corrientes que confrontan el papel de los laicos y de los religiosos como si fuesen opuestos en lugar de «conciliar» y «revalorizar» esta relación dentro de la Iglesia. «Hemos de tener claro que si hay más sacerdotes, habrá más seglares», concluye.