En un estudio publicado en una de las revistas médicas de mayor prestigio en el mundo, se ha determinado que muchos pacientes «vegetativos» están, de modo concreto, plenamente conscientes.
El periódico estadounidense, The New York Times (Los tiempos de New York), reportó que, cuando los investigadores les preguntaron a los pacientes “vegetativos” que imaginaran su mano formada en un puño, o los dedos de sus pies meneándose cuando se les indicara que lo hicieran, ellos encontraron que las ondas cerebrales de cerca del 20 por ciento de dichos pacientes respondían en el modo exacto que lo harían los pacientes saludables.
Se anticipaba la realización de la investigación, debido a varios estudios de menor escala llevados a cabo, y la evidencia anecdótica dada por parte de unos expertos, en las que se mostraba que los diagnósticos “vegetativos” no eran confiables, como máximo. En un artículo extenso que fue publicado en la revista estadounidense Discover (Descubre) en julio pasado, se mostraba la investigación de muchos años realizada por dos expertos destacados, quienes aseveran que ellos han visto que dichos pacientes – algunos de los cuales solamente mostraban “la sombra de haber un fluido” en sus calaveras donde debía estar el cerebro – reconectan con el mundo exterior una y otra vez.
Pero los obstáculos para obtenerles un tratamiento podrían ser más difíciles de vencer, fuera de lo que la ciencia en sí pueda lograr. El doctor Joseph Giancino, director del área de rehabilitación en la neuropsicología en el Hospital de Rehabilitación de Spaulding en los Estados Unidos, le contó a Discover sobre el nivel de prejuicio que él ha visto en contra de los pacientes más indefensos en un prestigioso hospital donde él presentó sus hallazgos.
“El director del área de trauma me dio las gracias, y de modo muy jovial, me dice: ‘En mi época, se describían a estos pacientes como ‘aguavivas’. Y entonces se ríe y se va”, él contó. “¿Qué se puede hacer ante esto?
Mientras que uno de los investigadores del estudio de The Lancet (La lanceta) concluyó que el experimento constituía “un fuerte indicio de nuestra inhabilidad para correctamente diagnosticar a las personas en estado vegetativo”, algunos defensores de los discapacitados dicen que el diagnóstico debe de ser abandonado en su totalidad, argumentando que ello es una herramienta rutinariamente usada para discriminar en contra de los que tienen una discapacidad cognitiva.
Bobby Schindler, el hermano de Terri Schiavo, y fundador de la Terri Schiavo Life and Hope Network (Red Terri Schiavo por la Vida y la Esperanza) en los Estados Unidos, comentó, en respuesta al artículo de la Discover, que «el diagnóstico de haber un estado vegetativo persistente/EVP, necesita ser eliminado por parte de la comunidad médica”.
“No solamente la misma cuenta con una alta tasa de imperfección, a la vez que no es científica en su diagnóstico (existe una tasa ascendente de un 50% en diagnósticos errados), pero es deshumanizante para el individuo a quien se le cataloga como ‘un vegetal’ ”, dijo Schindler. “Sin embargo, más importante aún, y más perturbador, es que la EVP es usada como un criterio para matar aquellos con discapacidades cognitivas, tal como fue usado para deliberadamente matar a mi hermana Terri”.

Terri Schiavo fue diagnosticada con EVP en 1991. Por medio de una orden judicial, provocada por la lucha de la familia de Terri para que la mantuviesen con vida en contra de los deseos de su esposo, se logró que se prohibiera que le diesen comida y fluidos, lo que culminó con su infame muerte por deshidratación en 2005, a pesar de los videos y las fotografías que la mostraban alerta y receptiva.
El comentarista estadounidense en bioética, Wesley Smith, expresó su preocupación sobre las nuevas pruebas usadas, que harán poco para detener la deshidratación rutinaria de los pacientes con un mínimo de estar conscientes.
“Nosotros hemos sabido por años que, a menudo, la EVP es erróneamente diagnosticada, pero no esperen que se les diga que un paciente está consciente, para que así muchos expertos en la bioética aboguen en contra de la deshidratación”, él señaló por escrito.
“De hecho, muchos de los mismos expertos en bioética quienes, en una ocasión, dijeron que remover la sonda naso gástrica debe ser limitada para los que están inconscientes, meramente giran sobre sus talones y arguyen que si alguien está mínimamente consciente, ello constituye una razón más que suficiente para remover la sonda naso gástrica, porque ellos sufrirán debido al potencial conocimiento de su condición o de sus limitaciones”.
A la vez que las pruebas ciertamente “deben de convertirse en parte de la práctica de la medicina” si la misma es precisa, puntualizó Smith, “realmente nosotros necesitamos cambiar nuestros valores para que todos seamos acogidos y aceptados con igualdad moral, independientemente de nuestros estados cognitivos”.

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