Guerras, dictaduras o terrorismo han motivado que, durante 2004, se haya agravado la situación en países como Nigeria, Cuba o China, donde se vulneran los derechos humanos, y donde los asesinatos, el secuestro de sacerdotes, religiosos y religiosas ocurren casi a diario. La evidencia aparece reflejado en el «Informe 2005 sobre Libertad Religiosa», editado por el Secretariado italiano de «Ayuda a la Iglesia Necesitada». La amenaza del terrorismo islámico provocó que, durante el año 2004, en países del Cáucaso se adoptaran medidas represivas que, en ocasiones, pusieron en peligro, la expresión de la identidad religiosa por parte de los ciudadanos. En países de mayoría islámica, como Pakistán o Arabia Saudí, se produjo una persecución de «infieles» o «apóstatas», en la que se llegó a encarcelar y torturar a personas sospechosas de vulnerar la ley coránica. Pero no todo han sido malas noticias en el ámbito islámico, ya que el diálogo mantenido entre representantes de la Santa Sede y Qatar, han permitido el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos estados. La situación en China también es sumamente grave, con 19 obispos secuestrados o impedidos para desempeñar su ministerio, además de 9 sacerdotes condenados a trabajos forzados, a los que debe añadirse un número desconocido de religiosos a los que se ha arrestado, incluso durante años. Se trata de obispos o sacerdotes secuestrados o arrestados por la policía, sin ningún tipo de cargos en su contra, y que simplemente desaparecen. En Nigeria los cristianos han sido víctimas de ataques, imposiciones y abusos. En el estado de Bauchi se han producido enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, que han obligado a huir al menos a diez mil fieles de ambas confesiones. El Informe apunta que muchos de ellos pueden haber muerto de hambre y enfermedades, y la mayoría de los supervivientes ha perdido todo: sus casas y sus posesiones. Muchas más víctimas mortales se cobra la guerra en Uganda, donde se habla de cien mil muertos, de los que doce mil pueden haber muerto directamente en el conflicto. En Latinoamérica, la situación de violencia y vulneración de los derechos humanos y religiosos se agrava en Colombia. Durante el año 2004 murieron asesinadas más de tres mil personas por motivos políticos, mientras que cerca de seiscientos han desaparecido, y cerca de dos mil doscientos han sido secuestrados. Amnistía Internacional, en su informe anual sobre Derechos Humanos en el mundo, también informaba del empeoramiento de la calidad de vida en Cuba. «Durante estos años, ha señalado el director de AIN en Italia, Atilio Tamburrini, el Informe sobre Libertad Religiosa ha recibido la felicitación desde ambientes seglares y católicos, así como una atención creciente del mundo eclesial y político».

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