En el marco de la celebración de la 87ª Asamblea Ordinaria del episcopado peruano, se hizo entrega de la Medalla de Oro Santo Toribio de Mogrovejo, a cuatro Obispos que recientemente han pasado a la condición de eméritos. El Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Hugo Garaycoa, fue el encargado de otorgar la medalla, precisando que ésta expresa “el agradecimiento grande de toda la Conferencia Episcopal” y “de todo corazón para cada uno de ustedes” (refiriéndose a los condecorados). Uno de los primeros en recibir personalmente el reconocimiento fue Monseñor Bernard Kühnel Langer, MSC, Obispo Prelado Emérito de Caravelí; que nació en 1927, en Alemania. Fue ordenado sacerdote en 1955 y nombrado Obispo en 1983. Misionero del Sagrado Corazón, desarrolló una abnegada labor entre los campesinos, mineros y pescadores de la Prelatura de Caravelí. Luego, el Padre José Zegarra Pinto, Vicario de la Congregación Salesiana, recibió la condecoración en nombre de Monseñor Elio Aleví Pérez Tapia, SBD, Obispo Prelado Emérito de Juli, que nació el 13 de febrero de 1946, en Querocoto, Cajamarca. Después de ordenarse sacerdote en 1975, trabajó con gran entusiasmo en varias casas salesianas, como párroco, director y maestro de novicios. En el 2001 fue nombrado Obispo Prelado de Juli, servicio que tuvo dejar en junio de 2005 debido a un diagnostico de tumor cancerígeno en el cerebro. Más adelante, Monseñor Isidro Barrio Barrio, actual Obispo de Huancavelica, recibió la medalla en nombre de Monseñor William Dermott Molloy McDermott; Obispo Emérito de Huancavelica; que nació el 10 de mayo de 1930, en Dublín, Irlanda. Fue ordenado sacerdote en 1955 y consagrado obispo en 1976. Desde 1982 hasta 2005 se desempeñó como Pastor de esta diócesis, destacando por su infatigable esfuerzo de traducir la Biblia al quechua. Por último, Monseñor Juan Tomas Oliver Climent, OFM, recibió la condecoración en nombre de su antecesor Monseñor Víctor de la Peña Pérez, OFM, Obispo Vicario Apostólico Emérito de Requena, que nació en 1933, en Burgos, España. Fue ordenado sacerdote en 1959 y desde 1983, sirvió a la Iglesia en la selva peruana, específicamente en el Vicariato Apostólico de Requena. Tras recibir la medalla, los condecorados y ‘en nombre de los condecorados’, expresaron su agradecimiento a la Conferencia Episcopal, recordando algunos de los momentos más significativos de su apostolado como sacerdotes, misioneros y Obispos.