Lima, 14 (NE – eclesiales.org) Ayer domingo concluyó en la capital peruana la versión número 25 del Congreso de Estudiantes Católicos Convivio 2004. Desde el día viernes, alrededor de 600 chicos y chicas de los últimos años de educación escolar de Lima, y delegaciones de Ecuador y Chile, se reunieron para profundizar en torno al tema de Convivio 2004: “Nos amó hasta el extremo”. Convivio 2004 culminó con una Eucaristía en la que participaron los jóvenes acompañados por sus padres. La Misa fue presidida por Monseñor José Antonio Eguren, Obispo Auxiliar de Lima, quien pidió a los jóvenes “ser fieles, ser leales al Señor Jesús con quien se han encontrado en estos días” y “no tener miedo porque Él nos acompaña en todo momento”. Mons. Eguren recordó a los presentes que Jesús “se queda con nosotros en el gran Sacramento de la Eucaristía. Un medio absolutamente necesario para la vida cristiana”. En otro momento, compartió a los jóvenes que tuvo la oportunidad de colaborar en la organización del primer Convivio y les dijo que “es una gran bendición participar en este Congreso, es una bendición que llama a responder con abundantes frutos”. se hizo evidente a lo largo de todo el fin de semana. Por medio de las diversas actividades y diálogos, y especialmente a través de los numerosos momentos de oración, los chicos y chicas presentes en Convivio experimentaron la presencia del Señor Jesús en sus vidas. Muchos de ellos ofrecieron su testimonio de conversión y encuentro con el Señor, así como su compromiso de seguirlo más de cerca. “Es la primera vez que comulgo de verdad”, compartió un joven, al concluir la Eucaristía, con profunda emoción luego de haber descubierto el horizonte de la vida cristiana. “Para mí Convivio ha sido ocasión de conocer realmente a Cristo, darme cuenta que me ama, y que puedo ser cristiana de verdad en la vida cotidiana”, exclamó por su parte, con gran alegría, una joven participante. Momentos particularmente importantes durante Convivio fueron las constantes visitas al Santísimo que centenares de jóvenes realizaron a lo largo del fin de semana orando por las intenciones del Papa Juan Pablo II, sobre todo por la paz y la reconciliación en el mundo. A su vez, el Santo Padre expresó su cercanía enviando su Bendición Apostólica, que fue recibida con gran alegría por los participantes. Al concluir el encuentro, con el fin de perseverar en la vida cristiana y de compartir con los demás la alegría del encuentro con el Señor Jesús, se coordinaron diferentes proyectos mediante los cuales los jóvenes participantes harán concreto su compromiso cristiano y solidario con sus familias y la sociedad. Convivio Callao Por otra parte, el fin de semana pasado, se llevó a cabo el cabo XXI Convivio en el Callao, bajo el lema: “No tengáis miedo”. Al Congreso asistieron más de 300 jóvenes. Al mismo asistió Monseñor Miguel Irizar, Obispo del Callao, el sábado por la tarde donde tuvo una reunión con algunos de los participantes y un momento de oración con todos en una liturgia general. Además el domingo al medio día celebró la Eucaristía, en la fiesta de la Santísima Trinidad. Convivio se inició en 1977 en la ciudad de Lima como un gran proyecto orientado a los jóvenes que buscan respuestas para sus vidas y se unen por un ideal común basado en la fe. Convivio se ha venido convirtiendo a lo largo de los años en un importante lugar de encuentro para la juventud, así como en una organización internacional de jóvenes católicos. Hasta la fecha se vienen realizando con notable éxito diversos convivios anuales en varios países latinoamericanos, como Brasil, Chile, Colombia y Ecuador. Así ya son muchos millares de muchachas y muchachos para quienes Convivio ha sido un hito fundamental en sus vidas. El Convivio 2004 ha sido el vigésimo quinto encuentro realizado en la ciudad de Lima. El día domingo se proyectó a los jóvenes un video con ocasión de este aniversario, en el que numerosos participantes de las primeras ediciones de Convivio compartían lo importante que había sido la experiencia de Convivio en su juventud y cómo mucho de lo vivido se manifestaba aún en su vida cotidiana.

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