Vaticano (FD).-La Santa Sede pidió la liberación de obispos y sacerdotes arrestados en China y denunció que «algunos de ellos mueren entre rejas sin que se sepa nada». A través de su portavoz, Joaquín Navarro-Valls, el Vaticano informó que a finales de agosto falleció en una cárcel de esta nación el Obispo de Yantai (provincia de Shandong), Monseñor Giovanni Gao Kexian, quien estaba encarcelado desde finales de los años noventa y de quien no se tenía noticia mucho tiempo atrás. Asimismo, la Santa Sede reveló que ha tenido conocimiento de varios de los arrestos que tuvieron lugar hace un mes. «En la primera semana de agosto, el reverendo sacerdote Pablo Huo Junlong, vicario general de la diócesis de Baoding (provincia de Hebei), fue detenido por la policía junto a otros siete sacerdotes y dos seminaristas», señaló en el comunicado. Añadió que los sacerdotes Pablo An Jianzhao y Juan Bautista Zhang Zhenquan han sido condenados a un período de reeducación a través de trabajos forzados, y que los demás estarían todavía detenidos en Quyang (Baoding), a excepción de tres que no pertenecen a esta diócesis. «La Santa Sede hace un llamamiento al respeto de este derecho, sancionado por la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, y confía en que se les restituya la libertad a todas las personas mencionadas cuanto antes, y puedan desempeñar su compromiso pastoral al servicio de las respectivas comunidades católicas», resaltó en el documento.

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