Juan Pablo II ha pasado de forma tranquila la tercera noche en el hospital Gemelli de Roma. Presenta condiciones generales y respiratorias en positiva evolución, aunque deberá permanecer internado una semana más. El fuerte edema de laringe que afecta al Pontífice muestra signos de estar cediendo, lo que le habría permitido beber algunos sorbos de agua. Una mejoría general se advirtió también en los exámenes otorrinolaringológicos y en los controles de laboratorios a los que se sometió al Papa. Esta situación determinará nuevos avances, incluso en la actividad de deglución y en la alimentación líquida y semilíquida que se le prescriba. La laringo-traqueitis aguda está en fase de remisión y no se repitieron los episodios de laringo-espasmos que obligaron a la internación de urgencia. Los médicos son prudentes porque temen las infecciones que pueden presentarse en los pulmones y bronquios del piadoso enfermo.Se está trabajando para establecer un enlace televisivo o de audio entre el Policlínico Gemelli y la basílica de San Pedro, para que el Papa pueda saludar el sábado a los seminaristas romanos y rezar el Angelus el Domingo.

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