El Sacerdote con María en la celebración Eucarística
En cada celebración de la Santa Misa volvemos a escuchar aquel «¡He aquí a tu hijo!» del Hijo a su Madre, mientras nos dice a nosotros «¡He aquí a tu Madre!» (Jn19,26.27)
En cada celebración de la Santa Misa volvemos a escuchar aquel «¡He aquí a tu hijo!» del Hijo a su Madre, mientras nos dice a nosotros «¡He aquí a tu Madre!» (Jn19,26.27)
“Quienes en el fondo sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros…”
“La amistad que tiene su fuente en Dios no se extingue nunca” – Santa Catalina de Siena
¡Silencio! El silencio prepara los santos; él los comienza, los continúa y, los acaba. Dios, que es eterno, no dice más que una sola palabra, que es el Verbo.
El Señor se lamentó con Santa Brígida: Tales sacerdotes no son sacerdotes míos, sino verdaderos traidores…
Por lo que respecta a la vida interior, …es esencial para nuestro servicio sacerdotal. (Benedicto XVI)
Él hizo realmente de su cuerpo una hostia viva, ya que fue muerto y ahora vive. De san Pedro Crisólogo
Una prefiguración de todos los discípulos amados, de todas las personas llamadas por el Señor a ser «discípulo amado» y, en consecuencia, de modo particular también de los sacerdotes. (Benedicto XVI)
No hay otro corazón que mejor conozca las necesidades del corazón de un sacerdote como el Corazón de María, cuyo ritmo e impulsos de amor maternal fueron tan determinantes para el Corazón Sacerdotal del Verbo Encarnado. La consagración a María es la forma más perfecta y excelente, más eficiente y...