La «primacía de Dios y el aliento, el pensar en el futuro de los problemas que el mundo de hoy y la sociedad enfrentan y la importancia de tener a Dios como base sólida y también como orientación para enfrentar adecuadamente los problemas de la historia, la sociedad y la humanidad» son la clave de lectura del próximo viaje del Santo Padre Benedicto XVI a Alemania, del 22 al 25 de septiembre próximo, afirmó Padre Lombardi durante el briefing en la Sala de Prensa en preparación a la tercera visita del Pontífice en su patria. El lema del viaje son las palabras del propio Papa Ratzinger, pronunciadas en el Santuario Mariano de Mariazell, en Austria en 2007: » Wo Gott ist, da ist Zukunft» (Donde está Dios, hay futuro), lema que se refiere a la historia y la realidad actual de la sociedad alemana. El logotipo del viaje también mantuvo la misma perspectiva y representa un pueblo que camina en dirección al futuro, con los colores de la bandera alemana.
Un trabajador realiza labores para la visita del Papa, en el OlympiaStadium, en Berlín
Después de la próxima visita a Alemania esta se convierte, después de España, en el país más frecuentado por Benedicto XVI. Se trata del 21° viaje al exterior de Papa Ratzinger, el 15° a Europa y el tercero a su patria, pero el primero como visita de Estado. Es uno de los pocos viajes oficiales que hizo el Pontífice, en esta circunstancia también por primera vez el Papa Ratzinger hablará al parlamento. En el programa, ya el primer día habrá un discurso en la sede de Bundestag (Parlamento alemán), en Berlín. «Fue el presidente del Bundestag quien invitó al Santo Padre para ir a hablar. Habiendo sido invitado, el Papa hará su discurso, naturalmente para aquellas personas que desean escucharlo y que están interesadas en recibir este discurso con respeto», aclaró Padre Lombardi respondiendo a la pregunta sobre las protestas contra este discurso.
El viaje a Alemania tendrá tres etapas fundamentales: Berlín, Erfurt y Friburgo; y tres diversas dimensiones: oficial, apostólica y ecuménica. Es un viaje, después de aquel a Tierra Santa, con una agenda de intensidad más extrema. Los momentos más significativos serán, además del discurso en el Bundestag, la Misa en el Olympiastadion de Berlín, acontecimiento particular por el hecho del estadio haber sido construido en el período nazi de Hitler para los Juegos Olímpicos en 1936; y donde en 1996 Juan Pablo II beatificó dos mártires del régimen nazi, Bernhard Lichtenberg y Karl Leisner.
En el segundo día de su viaje, Benedicto XVI se reunirá con una representación del Consejo de la Iglesia Evangélica alemana en la Sala del Capítulo del Convento de los agustinos de Erfurt.
El día terminará con las Vísperas marianas en Wallfahrtskapelle de Etzelsbach, que es una región agrícola y una isla del catolicismo en la región de mayoría protestante. Fue un importante santuario para los católicos en los tiempos del comunismo, de la DDR (Deutsche Demokratische Republik), la República Democrática Alemana.

En el tercer día, antes de partir, el Santo Padre presidirá la celebración eucarística en la Domplatz de Erfurt. La Misa será aquella de Santa Elizabeth de Thüringen, venerada en la región y famosa por sus obras de caridad. El tercer día será uno de los más repletos de encuentros para el Santo Padre, que después de la Misa, parte con destino a Friburgo donde primero encontrará al ex-canciller alemán del período de los cambios democráticos en el país, Helmut Kohl. Es un encuentro deseado por el Santo Padre en agradecimiento por una Alemania unida. Los encuentros que le siguen sucederán en el seminario, donde antes el Papa se encontrará con una representación de las Iglesias ortodoxas y en seguida los seminaristas y el Consejo del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK), una organización que está al lado de la Conferencia episcopal alemana, muy fuerte y potente en la sociedad alemana. El encuentro con los seminaristas tendrá un carácter muy personal, no está previsto un discurso escrito, el Papa hablará de improviso.
El tercer día concluirá con una vigilia de oración con los jóvenes en la Feria de Freiburg im Breisgau, que será dedicada al tema de la luz de la fe. El último día, domingo, el Papa permanecerá en Friburgo donde por la mañana presidirá la Misa de Domingo en el Aeropuerto turístico. A la tarde será de nuevo importante desde el punto de vista de la historia de Alemania. El Pontífice se encontrará con los jueces de la Corte Constitucional Federal en el auditorio del seminario de Friburgo, institución nacida después de la Segunda Guerra Mundial para recuperar en la sociedad alemana el respeto por los derechos humanos. Justamente en su preámbulo hace referencia a las «responsabilidades con Dios y con la humanidad». Antes de su partida el Papa encontrará también a los católicos empeñados en la Iglesia y la sociedad.
Benedicto XVI ya visitó su patria dos veces, en 2005 para la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia y en 2006 su tierra natal, Baviera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *