El pasado 24 de mayo, durante una solemne celebración eucarística en la catedral de Pelplin, se concluyó la fase diocesana del proceso de beatificación del segundo grupo de mártires de la II Guerra mundial, víctimas del nazismo.
El grupo está integrado por 122 personas entre sacerdotes, religiosos y laicos, encabezados por el siervo de Dios padre Antoni Henryk Szuman, todos víctimas del nazismo. Los siervos de Dios dieron su vida por la fe en varios lugares de Polonia y también en los campos de exterminio de Dachau, Sachsenhausen, Mittelbau, Buchenwald.
Entre ellos hay 9 salesianos de Don Bosco: el padre Jan Swierc y 7 compañeros, de la Inspectoría de Cracovia, martirizados en Auschwitz y el padre Franciszek Miœka que fue director del Pequeño Seminario Hijos de María en L¹d en los años 1936-1942, internado en el campo de concentración de Dachau, donde murió por maltrato y torturas el 30 de mayo de 1942.
El proceso de beatificación del segundo grupo de los mártires polacos del período de la II Guerra mundial está relacionado con el proceso de beatificación de los 17 mártires procedentes de la diócesis de Pelplin, antiguamente de Che³mna. Los preparativos para iniciar dicho proceso datan de los años 90. Al principio tenían la intención de incluir a los 17 mártires de la diócesis de Pelpin en el proceso de los 108 mártires beatificados por Juan Pablo II en 1999. Por varias razones resultó imposible, por ello la investigación de su caso requería un procedimiento aparte.

Con el paso del tiempo, después de la beatificación del año 1999 resultó que también otras diócesis y comunidades monacales tenían a sus candidatos a los que querían elevarlos a los altares, que no estaban incluidos en el primer proceso, ya que, por ejemplo, no fue posible preparar a tiempo toda la documentación.
Los obispos de esas diócesis y los superiores de los monasterios decidieron incluir a esos candidatos en el proceso llevado por la diócesis de Pelplin, lo que fue aprobado por la Conferencia del Episcopado de Polonia en 2001.
A fin de iniciar el proceso legal, conforme con las indicaciones de la Congregación para las Causas de los Santos, el Obispo de Pelplin tuvo que obtener el consentimiento de los Ordinarios que administraban los terrenos donde los candidatos a la elevación a los altares sufrieron el martirio.
Para monseñor Jan Bernard Szlaga, obispo de la diócesis de Pelplin, los documentos reunidos son ejemplo de “trabajo y cuidado” por parte del Tribunal.
En la sesión de clausura estaban presentes los postuladores de siete diócesis polacas y de doce Congregaciones religiosas ligadas a los mártires candidatos a la gloria de los altares. Estaban, también, muchos sacerdotes y fieles de las parroquias de las cuales eran originarios los mártires de la II Guerra mundial. El padre Dariusz Dr¹¿ek, fue nombrado Postulador para la fase romana del proceso.
Uno de los frutos de la primera etapa del proceso de beatificación fue la publicación del libro “Zginêli za wiarê”, con las biografías de todos los candidatos a los altares. Los autores de estos libros son: el padre Wies³aw Mazurowski y el padre Wojciech Wêckowski de Pelplin.
Aica.org

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