EL CAMINO DE LA LUZ
Tampoco te juntes de buen grado con los soberbios, procura frecuentar el trato de los humildes y justos.
Tampoco te juntes de buen grado con los soberbios, procura frecuentar el trato de los humildes y justos.
Llevó a Pedro, Santiago y Juan a una montaña alta y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, «como no puede dejarlos ningún batanero del mundo» (cf. Mc 9, 2-10).
Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
“Mi corazón estará allí todos los días”. (III Reg., IX, 3) Por San Pedro Julián de Eymard
“Ve con sus propios ojos cómo el Hijo de Dios se humilla haciéndose obediente hasta la muerte…”
Porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden
Verdaderos cristianos que con Cristo pasan de este mundo al Padre y, además, verdaderos amadores de la sabiduría…
¿Me amas? ¡Que esa pregunta resuene y encuentre eco profundo en cada uno de nosotros!
El rey es admitido a participar en el señorío divino, del que es mediador ante el pueblo
Un testimonio de auténtica Infancia Espiritual