Tras recorrer parte del sur y centro de Perú la urna con las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, pasaron por la Arquidiócesis de Piura, procedentes de Tumbes, en una visita que tuvo lugar del 7 al 9 de noviembre. La peregrinación de las reliquias de la Santa francesa por Perú ocurre desde finales de agosto para conmemorar el centenario de la llegada de la Orden de los Carmelitas Descalzos al país.
"Encantadora es toda su doctrina de la infancia espiritual. Ella descubrió al mundo los tesoros de paz, generosidad, sencillez y amor escondidos en el Santo Evangelio. El caminito de la infancia espiritual es el secreto de una santidad cada vez más perfecta y maravillosamente adaptada a la vocación y a las necesidades espirituales de todas las almas. Caminito de infancia, de pobreza espiritual, de confianza sin límites y de entrega al amor misericordioso. Así Teresa nos indica a todos que la vida cristiana consiste en vivir plenamente la gracia del Bautismo en el don total de sí al amor del Padre para vivir como Cristo, su mismo amor por todos los demás", expresó Mons. José Antonio Eguren, Arzobispo Metropolitano de Piura, durante la homilía de la eucaristía en homenaje a Santa Teresita que presidió el lunes 7 en la Basílica Catedral de Piura.
El Arzobispo, continuando en la homilía, también oró a Santa Teresa del Niño Jesús para que interceda y en Piura germinen numerosas vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio, pidiéndole que ayude a los jóvenes "a buscar el plan de Dios en sus vidas y a que no tengan miedo de decirle sí a Jesús en sus vidas. ¡Ayúdales a que descubran la belleza de su vocación y que ella es el camino a la felicidad y al cielo".
En la ocasión, cientos de personas, con cantos, oraciones y un especial recogimiento, se agolparon en la Catedral para venerar las reliquias de la santa, que previamente a su ingreso en el templo hizo un breve recorrido en la Plaza de Armas de la ciudad peruana.
Entre los momentos más emotivos del homenaje a la santa carmelita en la Catedral, estuvo el canto en su honor entonado por las madres carmelitas del Monasterio que se sitúa en la ciudad peruana. Asimismo, fueron repartidas entre los fieles pétalos de rosas que previamente fueron bendecidos por Monseñor Eguren.
Ya para el 8 de noviembre, la urna con las reliquias de Santa Teresa de Liseux fueron trasladadas al Santuario de Nuestra Señora del Carmen en La Unión, y el pasado miércoles se despidieron de Piura para continuar su recorrido por la Diócesis de Chiclayo, en donde permanecieron hasta el sábado 12, de donde partió hacia la Libertad.
Las reliquias culminarán su peregrinación por Perú el 30 de noviembre, fecha en que regresarán a Francia.
Con información de la Conferencia Episcopal Peruana y de la Arquidiócesis de Piura.

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