(Agencia Fides) – Después de 20 años de guerra, en Somalia se encuentra en curso una hambruna muy grave y hasta ahora 55 niños han muerto de cólera y desnutrición severa. En la región sur de Bay, a unos 250 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, hay 35 casos de cólera en los niños. Al menos 425 personas que sufren de diferentes enfermedades fueron ingresados en hospitales locales para recibir tratamiento médico.
 Más de 20 niños han muerto de hambre y miles más están a punto de morir por la misma causa. Somalia, registra la tasa de mortalidad infantil más alta del mundo, al menos uno de cada cinco niños muere antes de cumplir los 5 años de edad. Según las últimas cifras del Inter-agency Group for Child Mortality Estimation de las Naciones Unidas, la tasa de mortalidad en 2010 fue de 180 muertes por cada 1000 nacidos vivos.
La mayor parte del sur de Somalia sufre de hambre y, según la ONU, 750.000 personas podrían morir. Según la organización, en el país han sido vacunados menos de un tercio de los niños menores de un año, más del 70% de la población no tiene acceso a agua potable, y sólo 3 de cada 10 niños están matriculados en la escuela primaria.
 Somalia no ha tenido un gobierno funcional desde 1991, cuando los señores de la guerra derrocaron al ex dictador Mohamed Siad Barre. Estratégicamente situado en el Cuerno de África, es uno de los países de donde proviene el mayor número de refugiados y personas desplazadas en el mundo. 

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