El Viernes culminó el proceso de aprobación del Camino Neocatecumenal. El Vaticano reconoció las ceremonias de cada etapa de su «itinerario de iniciación». En 2008 la Santa Sede había aprobado los Estatutos de los neocatecumenales y en 2011 la doctrina de los trece volúmenes de su «Directorio Catequético». Ahora tocaba aprobar sus ritos.
El Papa felicitó a Kiko Argüello y a los 7.000 neocatecumenales que acudieron a Roma para asistir a la lectura del decreto. Les arroparon cinco cardenales y unos 50 obispos, entre ellos, el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, y los obispos de Oviedo, Jerez, Alcalá de Henares e Ibiza.
«La Iglesia reconoce en el Camino Neocatecumenal un don del Espíritu Santo para nuestro tiempo», dijo Benedicto XVI. «Os animo a seguir ofreciendo vuestra original contribución: un camino que ayuda a los bautizados a redescubrir la belleza de la fe y la alegría de ser cristianos», añadió.El Papa les agradeció su apoyo y cercanía y les pidió que busquen la unidad con los obispos de las diócesis en las que trabajan.
Al término del encuentro, Benedicto XVI envió a 17 familias, unas 100 personas, en «missio ad gentes», a países que no conocen el cristianismo o a zonas descristianizadas. Varias de ellas se trasladarán a Gabón (África), a Marsella (Francia) o a las regiones aborígenes en Australia.
El Papa reconoció su generosidad porque lo «abandonan todo para afrontar situaciones nuevas». «No tengáis miedo: quien lleva el Evangelio no estará jamás solo», les dijo.
En declaraciones a ABC, Kiko Argüello explicó que «la Santa Sede ha confirmado un itinerario que tiene cerca de 45 años y se celebra en todas las partes del mundo». Ahora nos estamos preparando para evangelizar Asia, con familias que irán a Tailandia y a Vietnam», aseguró.