Nada es más urgente o necesario, no hay mayor servicio que podamos ofrecer a nuestros hermanos que están sedientos de Dios”.

EL PAPA Y LOS OBISPOS AMERICANOS

El testimonio de la fe “será cada vez más elocuente e incisiva” que cualquier otra iniciativa.

El Pontífice inauguró el Congreso “Ecclesia in America” promovido por la Pontificia Comisión para América Latina y por los Caballeros de Colón

“Es la fe la fuerza decisiva para la transformación del Continente Americano”, dijo Benedicto XVI en su saludo a los participantes del Congreso Internacional “Ecclesia in America Latina”, que se reunieron ayer por la tarde en la Basílica de San Pedro, para la solemne misa de apertura, celebrada por el cardenal Marc Ouellet. El Congreso, que terminará el 12 de diciembre, es una iniciativa de la Pontificia Comisión para América Latina y de los Caballeros de Colón.

“Queridos amigos -dijo el Papa a los cardenales y obispos americanos-, el amor de Cristo nos impulsa a dedicarnos sin reservas a anunciar su nombre en cada rincón de América, llevándolo con libertad y entusiasmo a los corazones de todos sus habitantes. Nada es más urgente o necesario, no hay mayor servicio que podamos ofrecer a nuestros hermanos que están sedientos de Dios”.

Según el Pontíficie, el testimonio de la fe “será cada vez más elocuente e incisiva” que cualquier otra iniciativa. Por ello es necesario renovar el espíritu misionero, para que el celo y la generosidad del comromiso sean un aporte insustituible a la Iglesia universal, pues es esto lo que “espera y necesita la Iglesia en América”.

El Papa no olvidó los graves problemas por los que atraviesa toda la región: la migración, la violencia (provocada sobre todo por la delincuencia organizada), el narcotráfico, la corrupción y el comercio de las armas. Todos estos problemas no pueden “no preocupar” al Papa y a la Iglesia, así como “las lacerantes desigualdades” y la pobreza relacionadas con problemáticas “económicas, políticas y sociales”.