La gloria de la Trinidad en el hombre. San Juan Pablo II
«Dios tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre» (Jb 12, 10)
«Dios tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre» (Jb 12, 10)
Cuando nos consideramos mejores que los demás, es el principio del fin
En el tabernáculo del vientre de María habitó Cristo durante nueve meses; hasta el fin del mundo, vivirá en el tabernáculo de la fe de la Iglesia; y, por los siglos de los siglos, orará en el conocimiento y en el amor del alma fiel.
Bajo la guía de María, la familia natural de Jesús pasó a formar parte de la familia espiritual de Cristo
Sobre él reposará el Espíritu de Yavé: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor de Yavé».
El discernimiento de espíritus se adquiere por el gusto espiritual
Un testimonio de auténtica Infancia Espiritual
Por San Antonio María Claret Lo más espantoso del infierno es su duración. La persona condenada pierde a Dios y lo pierde para toda la eternidad.
Es indudable que la Bienaventurada Virgen tuvo de modo excelentísimo los dones del Espíritu Santo