Tras predicar un retiro, el P. Josef Kentenich fue hecho prisionero…un año después enviado al campo de concentración de Dachau…


Permaneció en Dachau hasta el fin de la guerra, tras la liberación por los Aliados en 1945…

Tras predicar un retiro para sacerdotes, Josef Kentenich fue hecho prisionero en Coblenza en el año de 1941, y al año siguiente fue enviado al campo de concentración de Dachau…

Después del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las personas de las zonas ocupadas de Europa fueron encarceladas en el campo de concentración de Dachau. Se convirtió en el núcleo de nuevos campos de concentración, un lugar donde el régimen nazi detuvo, oprimió y asesinó a opositores políticos. Del total de al menos 200.000 prisioneros de Dachau, murieron alrededor de 41.500. Además, las SS a menudo deportaban prisioneros a campos de exterminio.

El padre Kentenich fue encarcelado en 1941 y llevado al campo de concentración de Dachau durante cuatro años. Allí comenzó a difundir Schoenstatt entre los reclusos; entre ellos italianos, polacos, checos y de otras nacionalidades. En 1944 fundó junto con ellos «Schoenstatt Internacional». La lectura de esta fundación requiere atención a las circunstancias, los signos del tiempo en que se originó. El padre Kentenich conoció entre los prisioneros a sacerdotes de diferentes países europeos. ¿Acaso Dios le señaló en este acontecimiento una forma de darle a su obra una dimensión internacional y agregarle más dinamismo?

El 18 de octubre de 1944, el padre Kentenich dio un paso decisivo bajo la lluvia torrencial en medio del campo de concentración: «… hasta ahora era una obra limitada. Ahora salta los límites y se vuelve internacional, el último paso en el desarrollo, como se indica en la primera acta de fundación: para nuestro hogar, toda la provincia y quizás más allá… »

El campo de concentración estaba planeado para destrozar a las personas, pero el Padre Kentenich desarrolló como nunca su fuerza interior, su espiritualidad, su fecundidad y apostolado, tanto con los internos como a través de los escritos que realizó y que lograba deslizar hacia afuera, entre ellos el “Hacia el Padre”, un libro de poemas y oraciones, nuestro principal texto espiritual dentro de Schoenstatt.

Schoenstatt era considerado un enemigo poderoso para el nazismo, por eso el Padre Kentenich fue muy mal tratado en Dachau. Las experiencias límites de torturas, crueldad psicológica, hambre, frío y degradación que el Padre Kentenich vivió a diario, no hicieron sino acrecentar su profunda convicción de ser hijo predilecto de Dios.
“Un auténtico hombre de Dachau se caracteriza por una ingenuidad que ante todas las circunstancias de la vida lo abre para el Padre, lo dispone para el Padre, le permite ser feliz en el Padre y fiel al Padre”.

Los tres años y tres meses que el Padre Kentenich pasó en el campo de concentración de Dachau permitirían escribir largamente sobre sus experiencias cotidianas, su testimonio de las más bajas conductas humanas, del hambre, frío, soledad, desprecio de la dignidad, etc.
Pero el Padre Kentenich logró, en ese infierno, realizar también un tremendo apostolado al interior y al exterior de esa cárcel. Fue un Padre para presos católicos, comunistas, ateos y protestantes, que veían mínimos celebraba Misa casi a diario. Hacia el exterior escribió varios libros, que para despistar a la Gestapo, los hacía en versos. Y en ese ambiente redacta el “Hacia el Padre”:
¿Conoces aquella tierra calidad y familiar que el Amor Eterno se ha preparado…?
Yo conozco esa maravillosa tierra: es la pradera asoleada con los resplandores del Tabor donde reina Nuestra Señora Tres Veces Admirable.
En Julio de 1942, mientras permanecía en prisión, fundó el Instituto de los Hermanos de María y el Instituto de la Obra Familiar.
El 25 de Marzo de 1945 las tropas americanas ocupan Schoenstatt. El 6 de Abril de ese mismo año el Padre Kentenich sale de Dachau. El 8 de Mayo termina la Segunda Guerra Mundial.