Se resistió a violación y recibió 15 puñaladas


 


Palabras del Papa Francisco al término del Ángelus
¡Queridos hermanos y hermanas!
Ayer en Barbacena, Brasil, fue beatificada Isabel Cristina Mrad Campos. Esta joven fue asesinada en 1982 a los veinte años, por odio a la fe, por haber defendido su dignidad de mujer y el valor de la castidad. Su heroico ejemplo pueda estimular a los jóvenes a dar un testimonio de fe y de adhesión al Evangelio. ¡Un aplauso a la nueva Beata!

ISABEL CRISTINA MRAD CAMPOS

Una mujer brasileña cuyo martirio fue reconocido por el papa Francisco en octubre de 2020.

Isabel Cristina Mrad Campos es el nombre completo de quien fue beatificada el 10 de Diciembre del 2022.


 

Esta joven brasileña fue «asesinada por odio a la fe en Juiz de Fora (Brasil) el 1 de septiembre de 1982», tal cual establecía el decreto presentado al papa Francisco –y autorizado para su promulgación- el 27 de octubre de 2020 por la Congregación para la Causa de los Santos.

Nacida el 29 de julio de 1962 en la localidad de Barbacena (Minas Gerais), su deseo siempre fue estudiar medicina. Es por eso que, tal cual recogían y reproducían diversas reseñas publicadas también en medios como Vatican News o la propia Conferencia Nacional de Obispo de Brasil (CNBB), viajó a Juiz de Fora en 1982 para seguir sus estudios.

Isabel solía asistir con frecuencia a Misa y recibir los sacramentos. Además de prepararse para estudiar, Isabel solía rezar en la Iglesia del Cenáculo, “donde estaba expuesto el Santísimo Sacramento”.

Como punto destacado de su vida se recuerda su sueño de curar a niños necesitados, su sensibilidad por los más vulnerables y por tener una vida de oración.

Desde su adolescencia formó parte de la Asociación de voluntariado de la “Conferencia de San Vicente” y muchos han testificado su ayuda a las personas con discapacidades y los más pobres.

Sus padres, José Mendes Campos y Helena Mrad Campos, también jugaron un rol fundamental en la formación de esta joven debido al vínculo que mantenían con la vida de la iglesia (vicentinos).

Apuñalada tras resistirse a violación

Isabel Cristina tenía 20 años (1 de septiembre de 1982) cuando un hombre que había acudido al apartamento donde residía junto a su hermano con el fin de arreglar un armario intentó violarla. Según las crónicas citadas, al momento de ofrecer resistencia recibió golpes en su cabeza, fue atada, amordazada. En ese momento, mientras se oponía, recibió 15 puñaladas.

El crimen de Isabel Cristina conmocionó a todos. Posteriormente, de parte de personas que la conocieron se dio inicio al proceso de beatificación. El 26 de enero de 2001 fue declarada sierva de Dios.

La tumba de Isabel Cristina se encuentra en la iglesia Nuestra Señora de la Piedad de Barbacena, sitio donde fue bautizada y recibió su Primera Comunión. Con el paso de los años se ha transformado espacio de encuentro donde muchos jóvenes suelen orar.

El martirio (como se lo reconoce ahora) de esta joven brasileña hace recordar a muchos a santa María Goretti, quien también murió mientras oponía resistencia ante su agresor.

El Cardenal Raymundo Damasceno Assis, presidió la Misa en la que se proclamó Beata a Isabel Cristina Mrad Campos, joven mártir conocida como la “María Goretti de Brasil”.

Según informa la Arquidiócesis de Mariana en el estado brasileño de Minas Gerais, el Cardenal presidió la Misa en el Santuario de Nossa Senhora da Piedade, en Barbacena, ante miles de fieles presentes.

En su homilía, el Cardenal Damasceno resaltó el pasaje del Evangelio del día en el que Jesús advertía a los Apóstoles: “No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma”.

El Purpurado brasileño dijo luego que Isabel no tuvo miedo. ““La sangre de los mártires -según Tertuliano- es semilla de nuevos cristianos”, dijo.

Citando luego al Obispo San Oscar Romero, el Cardenal recordó una cita suya: “El martirio es una gracia de Dios, que no merezco. Con el sacrificio de mi vida, espero que mi sangre sea semilla de libertad y signo de que la esperanza se hará realidad”.

El también Arzobispo Emérito de Aparecida dijo en su homilía que “la fe testimoniada se convierte en martirio cotidiano, en la experiencia de la verdad, la justicia, el perdón, la solidaridad, la alegría, el amor y la paz”.

El Cardenal resaltó luego que, desde niña, Isabel Cristina aprendió los valores del Evangelio y se arraigaron en su corazón.

Tras hacer un enérgico llamado a que se detenga la violencia contra las mujeres, el Purpurado resaltó el ejemplo de la nueva Beata “nos ayude a renovar nuestra adhesión al martirio, en la fidelidad al Evangelio, conformados a Cristo”.

“Que tu ejemplo nos dé valor para aceptar las cruces, los sufrimientos, las angustias y los dolores de nuestra vida cotidiana. Si estamos con Jesús, mártir por excelencia, mártir de los mártires, ¡no tenemos nada que temer!”, subrayó


Fuente: Vatican.va

Aleteia Brasil

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