San Manuel González : «Remediar los tres abandonos más perjudiciales de un pueblo, el de Jesús Sacramentado, el del cura y el de las almas.»
«Madre Inmaculada, ¡qué triste será una vida que no se roce para nada contigo!».
«El celo es como el gas, que siempre está esperando un salidero para escaparse».
«Corazón de Jesús, tu paz me basta». «Una Misa es una vida a cambio de una muerte».
«Yo no quiero ser más que el Obispo del Sagrario Abandonado».
«Madre querida, que mi alma sea sagrario en el que se quede Jesús».
«Corazón de Jesús, que cuando te pregunten por mí te sonrías».
Son unas frases breves y sencillas, pero profundas, que pueden ayudarnos cada día a tener presentes a María y a Jesús. Su tumba puede venerarse en la catedral de Palencia, en la capilla del Santísimo, por expreso deseo suyo: «Pido ser enterrado junto a un sagrario para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre diciendo a los que pasen: ¡Ahí está Jesús, no dejadlo abandonado!.
«Corazón de mi Jesús, si me buscan, que me encuentren en Ti»
«Corazón de Jesús, dame luz, fortaleza y alegría»
«Sol Jesús que yo esté siempre a tu luz»
«Contad con el Corazón de Jesús Sacramentedo para todo».»Corazón de mi Jesús Sacramentado ¿Me concedes acompañarte en tu camino de Sagrario silencioso?»
«Teniendo a Jesús ¿puede faltar algo?
«Corazón de mi Jesús, que tenga mi alma tan limpia, que cuando me mires te veas».
«Jesús en el Sagrario está callado, se ha obligado a perpetuo silencio».
«Y no obstante lo riguroso e impenetrable de éste, cualquiera que tenga oídos y se acerque a las puertas de los Sagrarios que se ha buscado para vivir en la tierra Sacramentado, oirá que del fondo de ellos surge a modo de suspiro, que las más de las veces suena a grito de angustia, el ¡TENGO SED! de su última hora de Cruz.»
» Yo sólo quiero ser el Obispo de los consuelos para dos grandes desconsolados: el sagrario y el pueblo. El sagrario desolado porque se ha quedado sin pueblo, el pueblo desolado porque se ha quedado sin sagrario».
«Pido ser enterrado junto a un Sagrario,para que mis huesos, después de muerto,como mi lengua y mi pluma en vida,estén siempre diciendo a los que pasen:¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejéis abandonado!».
«Corazón de mi Jesús, concédeme que yo me esfuerce hoy en verte en tal persona (para respetarla más, obedecerla mejor, quererla más rectamente, servirla con más gusto, perdonarla más generosamente …) y en tal ocupación (para hacerla en paz y ordenadamente, más por darte gusto a Ti que a mí …)»
«Concédeme también parecerme a Ti hoy un poquito más que ayer (en mi buena cara, en mi palabra serena, en mi mirada limpia, en tal o cual ocasión de hoy). Si esto haces cada vez que comulgues y durante el día le preguntas: Jesús mío, ¿en qué te prometí esta mañana verte y parecerme a Ti ?»
«Te dispones para que , el día menos pensado, cualquiera de los que te tratan , en vez de llamarte por tu nombre, te llame … Jesús y, lo que es mejor, que el ángel de tu guarda te presente en el Cielo con esta consigna: ¡ Un Jesús más !»
(Tomado de «Camino para ir a Jesús»)
«Madre Inmaculada, ¡qué triste será una vida que no se roce para nada contigo!».
«El celo es como el gas, que siempre está esperando un salidero para escaparse».
«Corazón de Jesús, tu paz me basta». «Una Misa es una vida a cambio de una muerte».
«Yo no quiero ser más que el Obispo del Sagrario Abandonado».
«Madre querida, que mi alma sea sagrario en el que se quede Jesús».
«Corazón de Jesús, que cuando te pregunten por mí te sonrías».
ORACIÓN DE SAN MANUEL GONZÁLEZ
«Al Corazón de mi Jesús Sacramentado,
gloria, gratitud y petición,
singularmente por esos Misioneros Eucarísticos Diocesanos
que con tu nombre en sus bocas,
tu amor en sus corazones,
tu ejemplo en sus vidas,
tu gracia en su acción,
tu Cruz en sus hombros y
tu semilla en sus huellas,
van haciendo buenos a los que eran malos,
y mejores a los buenos,
y esparciendo por todos los ámbitos de la diócesis
el buen olor de tu Evangelio y de tu Eucaristía. Así sea.»