Tras los cristales de la ventana de su habitación en el Policlínico Gemelli de Roma, el Papa se ha asomado hoy para bendecir a los fieles presentes tras el rezo del Angelus. Es la segunda vez, tras ser sometido el 24 de febrero a una traqueotomía, que aparece en público sentado en un sillón y acompañado por el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Angelo Sodano, y los médicos que le atienden. En un texto leído en su nombre, el Sumo Pontífice ha ofrecido su sufrimiento por el bien de la humanidad. También expresó su agradecimiento a todos los fieles y a las otras religiones, por las pruebas de afecto que le están mostrando en estos días de hospitalización. «Quiero expresar mi especial gratitud por la cercanía de los creyentes de otras religiones, particularmente judíos y musulmanes. Algunos de ellos han querido orar justo aquí, en el hospital», dijo el Papa. «Esto, para mí, es una señal que me reconforta y agradezco a Dios por ello», añadió el texto. El Pontífice impartió la bendición varias veces a los centenares de fieles presentes en la explanada del Gemelli y a los miles que se encontraban en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde rezó el Angelus en su nombre el sustituto de la secretaria de Estado, el arzobispo argentino Leonardo Sandri. Las imágenes del Santo Padre fueron difundidas en directo a través de pantallas gigantes a los fieles que se reunieron en las afueras de la Basílica de San Pedro. En varios momentos se le vio como fijaba su mirada a través de los cristales para ver a los fieles presentes en Gemelli.Juan Pablo II no ha dejado de recibir mensajes de afecto y solidaridad desde todo el mundo, mientras numerosos representantes internacionales se han acercado al Gemelli para interesarse por su salud. La colina del lado oeste del Gemelli se transforma en un campamento de 30 camiones con antenas parabólicas entre los que pululan centenares de cámaras de televisión. Al mismo tiempo, una parte del hall de entrada se habilita como zona de trabajo de la prensa mientras las cafeterías llaman urgentemente al personal de refuerzo para hacer frente a la avalancha de periodistas, reporteros y peregrinos.

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