El Papa Benedicto XVI inició hoy su pontificado con una misa celebrada en el Vaticano donde llamó a la unidad de los fieles, y luego bendijo a las cerca de 500.000 personas que asistieron a la Plaza San Pedro, la cual recorrió en un vehículo sin ninguna protección. Pidió a los fieles que le ayuden en la «colosal tarea que verdaderamente supera la capacidad humana.» Los aplausos se escucharon en la plaza mientras los peregrinos hacían ondear banderas, interrumpiendo un sermón enérgico en más de 40 ocasiones y coreando «Benedicto, Benedicto,» al final del discurso. El nuevo Papa se dirigió a otras iglesias cristianas, a las que pidió «recorrer el camino de la unidad», y también a los que practican la fe judía, con las cuales «existe una herencia espiritual común». Las lecturas de la misa se hicieron en inglés y español ante la presencia de cientos de miles de peregrinos y 140 delegaciones oficiales, con 36 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el canciller alemán, Gerhard Schroeder, el rey Juan Carlos de España y el presidente argentino, Néstor Kirchner y su esposa. Además, estaban presentes los presidentes de Colombia, Honduras, Paraguay, El Salvador y República Dominicana. «La Iglesia vive. La Iglesia es joven», dijo el Papa, ante una multitud que lo aclamaba y lo aplaudió varias veces. Además, estaban presentes los presidentes de Colombia, Honduras, Paraguay, El Salvador y República Dominicana. «La Iglesia vive. La Iglesia es joven», dijo el Papa, ante una multitud que lo aclamaba y lo aplaudió varias veces. «Mi programa auténtico de gobierno no es hacer mi propia voluntad, seguir mis propias ideas, sino escuchar, junto con toda la Iglesia, al mundo y la voluntad del Señor,» dijo el Papa. Al final de una misa que duró dos horas y media, el Papa fue conducido en un vehículo todo terreno blanco y con el techo descubierto, desde el que sonrió y saludó a la multitud de peregrinos que lo aclamaban. Las campanas de San Pedro que señalaron el momento de la elección del Pontífice el pasado martes doblaron una vez más, y la música de órgano reverberó en todo el Vaticano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *