VATICANO .- Durante el rezo del Ángelus, el Papa Juan Pablo II se refirió al equilibrio entre la afirmación de la propia identidad y el reconocimiento de identidad de los demás como requisito para la integración entre los pueblos, con motivo de la Jornada Mundial del Inmigrante y el Refugiado. “La integración entre los pueblos requiere un justo equilibrio entre la afirmación de la propia identidad y el reconocimiento de la de los otros”, dijo el Papa. También hizo referencia a la Jornada para el Diálogo Hebraico Cristiano que tendrá como tema Cristo, único fundamento de la Iglesia”. “Invito a cada comunidad a mostrar signos significativos de encuentro y de diálogo ecuménico y a implorar a Dios el don de la plena unidad de todos los discípulos de Cristo”, señaló. Finalmente encomendó a la Virgen María el desarrollo de ambos importantes eventos eclesiales. “Que su maternal intercesión ayude a los cristianos a formar un solo corazón y una sola alma y a todos los hombres a crecer en la solidaridad, para construir un mundo de paz”.

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