El Papa Juan Pablo II apareció en una pantalla de televisión en una basílica romana donde se habían congregado centenares de jóvenes para demostrarle su apoyo y manifestar su esperanza de que pueda asistir este año al Día Mundial de la Juventud en Colonia, Alemania. En una breve videoconferencia televisiva que duró menos de un minuto, el Sumo Pontífice, de 84 años, bendijo a la multitud, que estalló en vítores. En un momento dado, Juan Pablo se cubrió los ojos con una mano y la señal televisiva se cortó. Vestido con una sotana blanca, el Papa guardó silencio durante la transmisión de vídeo. El uso del vídeo y la televisión se ha hecho cada vez más frecuente en el Papado de Juan Pablo II, a medida que el Sumo Pontífice procura mantener el contacto con sus fieles y el Vaticano se propone garantizar a más de mil millones de católicos que el Papa siga al frente de la Iglesia. «Nos veremos en Colonia», dijo uno de los oradores en una alusión a la ciudad alemana que servirá de sede a la celebración juvenil a mediados de agosto. Es el único viaje programado por el Santo Padre para este año. La ceremonia religiosa realizada en la iglesia de San Juan de Letrán fue oficiada por el cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para Roma. El vicario leyó un mensaje de Juan Pablo II en el que éste afirmaba: «Sé que ustedes se sienten siempre cercanos a mí, y que nunca se cansan de rogar por mí. Les saludo y se lo agradezco de todo corazón».

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