SANTA SEDE, Vaticano (FD).-El Santo Padre se reunió con el primer ministro interino iraquí, Iyad Allawi, y le dijo que esperaba que de los «trágicos sufrimientos de los últimos años» surgiera un Irak democrático y multiétnico. El Pontífice, quien ha criticado abiertamente la guerra en Irak, liderada por Estados Unidos, dijo que rezaba por «todas las víctimas del terrorismo y de la violencia despiadada» como así también por todos aquellos que «trabajan generosamente» en la reconstrucción de Irak. «Deseo alentar los esfuerzos realizados por el pueblo de Irak para establecer instituciones que serán verdaderamente representativas y estarán comprometidas en la defensa de los derechos de todos,» dijo el Santo Padre ante los asistentes. Numerosos policías controlaban la Vía de la Conciliazione, la amplia calle que une Roma con el Vaticano, así como la plaza de San Pedro. El dirigente iraquí entró en el Vaticano por el Arco de las Camappol, para dirigirse hacia la Biblioteca Pivada del Papa, donde se reunió con el Pontífice. Durante 10 minutos estuvo reunido el Primer Ministro de Irak, con quién lideró una campaña internacional para intentar evitar la guerra, enviando a importantes cardenales a entrevistarse con el presidente estadounidense George W. Bush y con el ex presidente de Irak, Saddam Hussein. Juan Pablo II agregó que el proceso de reconstrucción debe mostrar «un respeto absoluto por la diversidad étnica y religiosa que ha sido siempre una fuente de riqueza para el país. «Juan Pablo II concluyó su discurso impartiendo la bendición a todo el pueblo iraquí. El Pontífice regaló a Alaui las medallas de su pontificado. No se vio durante la audiencia que el mandatario hiciera algún obsequio al Papa. Alaui se despidió del Papa con un expresivo «gracias Santidad, muchísimas gracias». Concluido el encuentro, Alaui se entrevistó con el secretario de estado, el cardenal Angelo Sodano.

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