El que cree en mí, aunque muera, vivirá

Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio:

Evangelio según San Juan 11,19-27. 

Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. 

Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. 

Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 

Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas». 

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». 

Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día». 

Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». 

Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo». 

+Meditación:

San Agustín (354-430), Tratados sobre San Juan, 49,15

    “El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.” ¿Qué hay que decir a esto? Quien cree en mí, aunque haya muerto como Lázaro, vivirá, porque Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Refiriéndose a Abrahán, Isaac, Jacob, los patriarcas muertos hace mucho, Jesús había dado a los judíos la misma respuesta: “Soy el Dios de Abrahán, de Isaac, de Jacob, no un Dios de muertos sino de vivos, porque todos viven gracias a él.” (cf Lc 20,38) Cree, pues, y cuando hayas muerto, no obstante, vivirás. Pero si no crees, aunque vivas, estás realmente muerto… ¿De dónde viene la muerte del alma? De la ausencia de la fe. ¿De dónde viene la muerte del cuerpo? De la ausencia del alma. El alma de tu alma es la fe. 

    “El que cree en mí, aunque haya muerto en su cuerpo, vivirá en su alma, hasta que el cuerpo mismo resucite para no morir ya más. Y todo el que vive en la carne y cree en mí, aunque tenga que morir según su cuerpo, no morirá por toda la eternidad, gracias a la vida del Espíritu y de la inmortalidad de la resurrección.” 

    Esto es lo que Jesús quiere decir en su respuesta a Marta…”¿Crees esto?” “Sí, Señor, le responde, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que tenía que venir a este mundo.  Creyendo esto, creo que tú eres la resurrección, creo que tú eres la vida, creo que quien cree en ti, aunque muera, vivirá, creo que aquel que vive y cree en ti, no morirá por toda la eternidad.”

  

+Comunión Espiritual:


De Santa Margarita María Alacoque:  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.


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