Guadalupe es una película que demuestra cuánto nos ama Dios y la importancia de la presencia de la Virgen en nuestra vida
Fuente: Aleteia
La película Guadalupe, Madre de la humanidad, que se estrenó hoy, es producida por Goya Producciones y participan la actriz Karime Lozano y el conductor José Alonso como narrador. El formato del filme es tipo documental y mezcla el relato de las apariciones con algunos testimonios.
También recaba la opinión de algunos sacerdotes, entre ellos, la de Monseñor Eduardo Chávez, canónigo de la Basílica de Guadalupe, experto y especialista en el Acontecimiento Guadalupano, que amablemente concedió una entrevista exclusiva para Aleteia, donde nos contó su experiencia.
La Virgen de Guadalupe sí es una aparición
Invitado por la producción, el canónigo se reunió con ellos para platicar sobre el Acontecimiento Guadalupano. Monseñor Eduardo Chávez comenta que las ideas cambiando y aclarándose por la exposición que les hizo de los documentos y la visita que realizaron a la primera ermita (en el Tepeyac), entre otras situaciones que se dieron con ese encuentro con él.
Pero, destaca, lo más importante para él fue lo que quedó en claro:
«La Virgen de Guadalupe sí es una aparición, no la trajeron de Extremadura, España, no fueron los españoles quienes le pusieron el nombre, porque nosotros tenemos documentación en donde los primeros misioneros quieren que se le cambie el nombre de Guadalupe, no quieren que se llame Guadalupe, y entonces fueron constatando muchas de las cosas que yo les decía».
La situación de los indígenas antes de la Aparición
Monseñor Chávez continúa relatando que contó a la producción cómo era la situación de los indígenas antes de la aparición, la cual fue terrible por la enfermedad de la viruela que mermó a gran parte de la población, la destrucción de su estructura cultural centrada en los sacrificios humanos y la idolatría, y la idea de los españoles de acabar con lo que para ellos era satanás.
Esto lo destaca porque, evidentemente, comprobaron que la Virgen de Guadalupe no fue ninguna construcción de algún misionero del siglo XVI, que haya tomado a una deidad como la Coatlicue Tonantzin, que se veneraba en el Tepeyac, para engañar a la gente y convertirla al cristianismo. «Eso es totalmente falso, anacrónico. No hay tal que hayan disfrazado una idolatría». Agrega el sacerdote.
El centro del acontecimiento guadalupano es Jesús
Los testimonios
El padre comprende que, por la duración de la película, no se pudieran agregar más detalles, ya que tomó el formato de documental – testimonial, pero le parece que hubo testimonios interesantes y reales, pues la Virgen de Guadalupe, «caray, hace milagros, y milagros, y milagros», añade el padre, y destaca que, en ese tono, le gustó el personaje de una actriz, para quien dedica un «piropo»:
«Karime Lozano, mis respetos, ¡qué manera de sentir lo que está diciendo! porque ella no está narrando nada más un guion. Ella está hablando desde su alma. Eso se nota, está hablando de su testimonio. Por eso me gustó mucho».
El filme fue dirigido por Andrés Garrigó, y producido por Josemaria Muñoz, con quienes Aleteia conversó para conocer más sobre el proyecto.
Andrés Garrigó comentó para Aleteia que, ante los tiempos difíciles que vivimos, «es un gran regalo para la humanidad que alguien les avise que hay un socorro, una madre maternal que ha tocado corazones durante 500 años y que incontables personas han recibido un favor de ella».
Con esta película, Goya Producciones contribuye a la preparación del quinto centenario de las apariciones guadalupanas a celebrar el año 2031.
Casi 500 años de gracias y milagros
Librados de la muerte, de la esclavitud de las adicciones o del aborto, las personas que compartieron su testimonio para la película provienen de países «distantes y casi imposibles» para demostrar que, sin importar el país de origen o el idioma hablado, «la Virgen te puede rescatar en cuanto tú la llamas».
Por ejemplo, en una región de Alemania en donde solo el 1 % de la población es católica, se encontraron con una familia que, después de haber perdido a un hijo en un accidente, se alejó de la fe y, años después, volvió a la Iglesia gracias a una experiencia dramática e inesperada con la Virgen de Guadalupe, a lo que el director añade: «lo que verán es verdad, porque esta gente no miente. Eso tiene que animar a todos a decir ‘¡pues está en mis manos! Basta con dejarse hacer, con confiar’».
Y los frutos comienzan a verse: en las primeras proyecciones que ha tenido la película, el equipo de producción ha comenzado a escuchar testimonios, a ver lágrimas y sonrisas que les permiten constatar que el mensaje de la Virgen es vigente y está tocando corazones; incluso, el mismo equipo de Goya experimentó un pequeño milagro, pues un miembro de su equipo -que había tenido inquietudes vocacionales años atrás- escuchó nuevamente el llamado de Dios y decidió seguirlo… todo esto después de la meditación y el estudio del Nican Mopohua.
La película fue realizada en colaboración con la Basílica de Guadalupe, de la Arquidiócesis de México, y de la Novena Intercontinental Guadalupana, y presenta también una parte histórica -que permite entender cómo la Virgen cambió el rumbo de la historia durante la conquista- y una parte científica, que ayuda a descubrir los misterios ocultos en la tilma.
Para invitar a las personas a las salas de cine, Josemaría Muñoz, productor ejecutivo, aseguró que «es más fácil invitar a una persona al cine que a la parroquia. Para alguien que esté un poco más alejado, es una manera de empezar; es una forma de ayudar a esas personas que han perdido la fe o están un poco más lejos» y asegura:
«Seguro que allí serán tocados por la Virgen y saldrán distintos. Aunque uno crea, tenga mucha fe y sea muy devoto, también saldrá distinto, porque verá la universalidad de la devoción, ese cariño de la Virgen».
El filme ya está en la cartelera de 75 ciudades de México y, en total, será proyectada en 18 países del mundo, incluido España, donde se estrenará el 1 de marzo. Toda la información se encuentra en su página web.