La Iglesia anglicana ha dado un paso más hacia el cisma por la ordenación de obispos gays, al exigir a las diócesis de EE UU y Canadá «que retiren voluntariamente a sus miembros del Consejo Consultivo Anglicano», uno de los cuatro grandes órganos de coordinación de las 38 iglesias que en el mundo conforman la comunión anglicana. Los primados anglicanos, en un comunicado difundido tras cinco días reunidos en Irlanda del Norte, piden a ambas diócesis que acuerden una moratoria en el nombramiento y consagración de obispos homosexuales y en la bendición de matrimonios gays. Las congregaciones de muchos países, sostienen que la homosexualidad es contraria a las enseñanzas de la Biblia y que la consagración de obispos gays no es aceptable en ninguna congregación. En unas frases particularmente medidas, los obispos añaden: «Queremos también dejar bastante claro que en conjunto con nuestras discusiones y evaluaciones sobre la oportunidad de específicos comportamientos humanos, continuamos comprometidos sin reservas al apoyo pastoral y cuidado de la gente homosexual». Los obispos concluyen que «es necesario dar tiempo a la Iglesia episcopaliana (Estados Unidos) y la Iglesia anglicana de Canadá» para que tengan cuenta las consideraciones evocadas en el documento y acuerdan «requerir» a ambas iglesias que «retiren voluntariamente sus miembros del Consejo Consultivo Anglicano hasta la próxima Conferencia de Lambeth», en 2008.

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